Vuelta a los orígenes
El tradicional confort de marcha de Citroën es la principal baza del C5 AIRCROSS para triunfar en el saturado segmento C-SUV.
En un mercado como el de hoy, en el que los grupos automovilísticos se han lanzado a habitar todos los segmentos y nichos posibles (especialmente los más rentables), a veces es difícil encontrar esa personalidad diferenciadora que distingue a una marca. Citroën ha conseguido imprimir ese carácter especial a sus vehículos con una fórmula que no por menos trillada es menos eficaz: recurrir a su historia, a una herencia marcada por la originalidad funcional de sus diseños y el confort de marcha de sus coches. De este modo, los franceses pueden salir de su zona cómoda con un SUV compacto y, al mismo tiempo, no dejar de hacer un producto fácilmente identificable como un Citroën.
Así, si tuviéramos que destacar tres componentes esenciales de la personalidad del nuevo C5 Aircross, serían –por este orden– la Suspensión de Amortiguadores Progresivos Hidráulicos, los asientos Advanced Comfort y los Airbumps de los laterales. Después podríamos añadir otros detalles interesantes, como los tres asientos traseros independientes, deslizantes y escamoteables (que le ofrecen una modularidad envidiable), los 580 litros de maletero (ampliables a 720) o las innumerables posibilidades de personalización (con hasta 30 combinaciones de color y cinco ambientes interiores distintos).
Lo anterior se completa con 20 tecnologías de ayuda a la conducción. Por citar sólo algunas: alerta de riesgo de colisión, park assist, reconocimiento de señales, control de descenso de pendientes, faros inteligentes, control de velocidad de crucero adaptativo con función stop & go, frenada de emergencia o lane assist.
En conjunto, el C5 Aircross es un coche práctico y diferente que, más que quererte convencer de su dinamismo, se esfuerza por que pienses que vuelas sobre una alfombra voladora y viajas en una burbuja (si equipas la transmisión automática de 8 velocidades con tecnología Shift by Wire, todavía más). Es una idea refrescante en un segmento muy saturado. Bienvenida sea.