Shayne Oliver ha redefinido la herencia invernal de Colmar.
SHAYNE OLIVER, uno de los diseñadores más heterodoxos del 'menswear', reinterpreta la herencia de la firma italiana COLMAR.
Tras una década de trabajo ininterrumpido, Hood by Air (HBA), la firma de Shayne Oliver y Leilah Weinraub, anunció en primavera del año pasado el cese temporal de su actividad. En un gesto empresarial con escasos precedentes, los responsables de la marca decidieron congelar en el tiempo el hechizo de su androginia trash y asumieron nuevas responsabilidades profesionales. A Oliver lo ficharon como diseñador invitado en Helmut Lang, hoy propiedad del gigante japonés Fast Retailing, y Weinraub decidió desarrollar su vertiente como cineasta. Entretanto, HBA hiberna con la esperanza de que algún día su visión de la cultura Tumblr y la vida nocturna vuelva a sorprendernos. Hace dos años, los cortes oversize y los imperdibles de sus propuestas coincidieron en el tiempo con el atrevido discurso de Demna Gvasalia (Vetements), Glenn Martens (Y/project) o Stéphane Ashpool (Pigalle).
La buena noticia es que Oliver no es un jarrón chino que vive de las rentas. Colmar acaba de ficharlo para su iniciativa Advanced Garment Exploration (AGE), un laboratorio creativo concebido para reinterpretar el ADN de la firma italiana. El diseñador estadounidense es el primero de un número impreciso de talentos que redefinirán la herencia de esta casa fundada en 1923. Los amantes de la montaña están de enhorabuena: la colección que ha imaginado Oliver para vestir el frío transalpino es el mejor reflejo del fantástico outerwear de Colmar.
Entre las prendas diseñadas por el fundador de HBA destacan las chaquetas multicapa que se pueden colgar de los hombros o las parkas reversibles con mangas y capuchas dobles. Asimismo, los pantalones para la nieve recuperan la polaina que lanzó Colmar en la década de los 70. Todo el proyecto gira en torno a la naturaleza más salvaje y la estética underground. Agua y aceite que en estado sólido forman una unidad incombustible.