TAG Heuer y el biólogo Manu San Félix luchan en favor de la posidonia.
TAG Heuer y el biólogo MANU SAN FÉLIX lideran la lucha por la conservación de la posidonia, una planta esencial para el mar.
Al Mediterráneo le debemos gran parte de nuestra cultura, de nuestro clima, de nuestra gastronomía, de nuestra personalidad. El Mediterráneo corre sin embargo grave peligro de perder una parte importante de su carácter y nosotros somos los responsables: la superficie marina cubierta por posidonia se ha visto reducida en más de un 30% en los últimos 40 años por la acción humana. Es un elemento fundamental para el ecosistema, para el oxígeno, para la sostenibilidad de las playas blancas, para las costas, para las especies y para la transparencia y pureza de las aguas. Es, en definitiva, una de las claves para que el Mediterráneo mantenga su esencia. Porque es una planta endémica, exclusiva del Mare Nostrum, para el que ha sido su verdadero pulmón durante milenios (una hectárea de pradera de posidonia provee hasta cinco veces más oxígeno que el equivalente en una poblada selva en tierra firme). Además ayuda a proteger las playas de la erosión, ya que ejerce de barrera contra la acción de las olas y evita la pérdida de arena, al tiempo que ofrece refugio y alimentación esencial para un ecosistema de un millar de especies marinas.
La contaminación de las aguas por una mala depuración de los residuos, la pesca de arrastre y las anclas de las embarcaciones profesionales y de recreo han acabado sin embargo con miles de hectáreas de praderas de posidonia, y una de las áreas más afectadas ha sido la que rodea a las Islas Baleares, sobre todo en torno a Formentera, donde hay una concentración altísima de esta planta (más de 76 millones de m2, de ahí la pureza y belleza del agua, los fondos y la arena de sus playas). Durante años se hizo muy poco para evitarlo, a pesar de que voces autorizadas como el biólogo marino y submarinista Manu San Félix (Madrid, 1964) llevan poniendo el grito en el cielo durante décadas. "La primera vez que me sumergí en las aguas de Formentera me quedé sin aliento: descubrí praderas y praderas de un tesoro maravilloso, único, irremplazable. El problema es que cuando nuestra vida es casi totalmente terrestre, es muy difícil transmitir la importancia de lo que tenemos en el fondo del mar", dice San Félix. "Hasta que cogí la cámara y saqué una imagen de un ancla enorme destrozando una pradera de posidonia, no me empezaron a hacer caso".
La lucha incansable del biólogo por evitar la desaparición de esta planta marina llamó la atención de la manufactura TAG Heuer, que le nombró embajador de los relojes sumergibles de la colección Aquaracer y de la campaña #Dontcrackunderpressure, lo que le ha otorgado una plataforma más amplia para que su mensaje llegue a las administraciones y a la población: "Tenemos que conseguir que renueven las depuradoras para verter menos residuos, desde luego, pero las soluciones residen en la educación y la concienciación, en el cambio de mentalidad en el ser humano". Con la ayuda de TAG Heuer, la Asociación Vellmarí que él preside y otros patrocinadores, Manu San Félix cartografió las praderas de Posidonia que rodean Formentera e integró sus mapas en una app para móviles. El objetivo es que los navegantes sepan en todo momento el fondo marino que tienen debajo, para tenerlo en cuenta a la hora de fondear.
Posidonia Maps, una 'app' para salvar el mar - La conservación marina empieza por conocer dónde echas el ancla.