MATT DAMON Y CHRISTIAN BALE
/ A días del estreno de 'Le Mans '66', sus protagonistas nos cuentan los secretos de este vertiginoso lme.
Con Le Mans ‘66, una de las películas del año, en la parrilla de salida (se estrena en España el 15 de noviembre), GQ consigue que sus dos protagonistas –Matt Damon y Christian Bale, para más señas– suelten un rato el volante y nos cuenten los secretos del mejor lme de carreras de los últimos años. Y, de paso, de una industria en la que son estrellas absolutas. Saquen las palomitas.
Cuando organizas un encuentro con dos de las mayores estrellas de la meca del cine, esperas quedar con ellos en un restaurante en Hollywood Hills o al término de una de esas fastuosas fiestas que se celebran tras los Oscar. Lo último que te imaginas es que te vas a ver hacinado con ellos en un trailer en el aparcamiento de los estudios de la Fox en Los Ángeles, con apenas espacio para estirar las piernas. Así, a pocos centímetros tenemos a Christian Bale, lacónico y ataviado con ropa de gimnasio; y a Matt Damon, muy despierto y con actitud de retarte al póker. Acabamos de terminar la sesión fotográfica y de pronto nos vemos chocando rodilla con rodilla con Batman y Jason Bourne.
Por supuesto, ellos son mucho más que esos personajes. En una era dominada por los efectos especiales de Marvel, sus momentos de lucimiento en grandes producciones desprenden una profundidad fuera de lo común. Y, si dejamos a un lado sus películas más comerciales, muchos de los otros proyectos en los que han participado se colarían en el top 100 de las revistas especializadas. A saber, American Psycho, The Prestige, El maquinista, The Fighter, La gran apuesta, American Hustle o Vice en el caso de Bale; y El indomable Will Hunting, Salvar al Soldado Ryan, El talento de Mr. Ripley, Inflitrados, Detrás del candelabro, Elysium o The Martian en el de Damon. Ellos son el tipo de gran estrella que todas las grandes estrellas quieren ser.
El motivo de nuestro encuentro es que, después de haber coincidido durante años en varios eventos de la industria ("Siempre hablamos un poco", dice Damon. "En realidad conocí a la mujer de Christian antes que a él, hace ya 20 años"), por fin han rodado una película juntos.
Le Mans ’66 cuenta la historia real de la rivalidad entre Ford y Ferrari en los 60, que encontró su campo de batalla en la edición de 1966 de las 24 horas de Le Mans. Allí, el equipo emergente de Ford, liderado por el texano Carroll Shelby (Damon) y con el británico Ken Miles (Bale) al volante, se enfrentó al todopoderoso gigante italiano.
Es el típico filme de carreras de la vieja escuela que combina camaradería, adrenalina, drama y aspiraciones de Oscar. Es, por si hace falta decirlo, una película brillante, que se sitúa entre las imprescindibles de este año.
Damon es exactamente como te lo imaginas: accesible, rápido, divertido, una metralleta soltando anécdotas y la clase de tipo con el que te tomarías una o diez cervezas encantado. Pero Bale, si te guías por sus papeles melancólicos, su dedicación y su propensión a moldear su físico para adaptarse a según qué personajes, dista bastante de lo que te esperas. Es algo bromista y burlón y, a diferencia de otros actores ingleses que han cruzado el charco, su acento se ha vuelto incluso más británico desde que está en EE UU, como si estuviera perfeccionando el papel de sí mismo. Comenzamos hablando sobre cómo se conocieron, aunque a estos dos no hace falta hacerles preguntas para que se lancen y no paren.
___¿Os conocíais antes de hacer esta película?
___ Matt Damon: En realidad, ha habido una orden de alejamiento en vigor durante todo el rodaje. Ni siquiera podemos estar juntos en la misma habitación. De hecho, ahora mismo la estamos violando… Nos hemos visto aquí y allá a lo largo de los años, pero hasta ahora no habíamos pasado tanto tiempo juntos, ¿no?
___ Christian Bale: No. Creo que yo incluso me quedé con algunos personajes de los que pasó Matt en primer lugar.
___ MD: No puedo hablar sobre eso…
___ CB: Recuerdo que después de que Matt se desmarcara de esos papeles yo le decía a la gente: "¿Por qué no los quiere hacer Matt? ¿Qué ve él que yo no veo?".
___¿Puedes revelar qué papeles?
___ MD: Bueno, puedo decir que el más famoso fue…
___ CB: ¡Yo no iba a mencionar ninguno!
___ MD: Sólo voy a hablar de éste, porque tú lo bordaste: The Fighter. Leí el guion porque la historia me parecía fascinante, pero el guion no era muy bueno y había otro director en ese momento. Mark [Wahlberg] estaba con muchísimas ganas de hacerlo, pero sabíamos que el guion no estaba a la altura. Luego llegó David [O. Rusell], que lo reescribió, consiguió a Christian y todo salió genial.