UN MARIDAJE CELESTIAL
Donde casi se puede tocar el cielo, a 920 metros sobre el nivel del mar, en las cotas más altas de la D. O. Ribera del Duero, surge Celeste Crianza. Un vino que atesora la emoción y la intensidad de una noche estrellada.
El primer Ribera del Duero de Familia Torres, Celeste Crianza, animará todas tus veladas con su voluminoso cuerpo y firme estructura. Está elaborado con la tradicional tinta fina (tempranillo), y es el primer vino de la bodega Pago del Cielo, un equipo que lidera Juan Ramón García. Además, su añada de 2016 ha recibido 93 puntos por parte del prestigioso crítico estadounidense James Suckling. Su excelencia es consecuencia directa de la singularidad de su origen, en Fompedraza, una localidad vecina del Campo de Peñafiel (Valladolid), donde se asienta Pago del Cielo. Los mejores vinos no esconden secretos, son un fiel reflejo del lugar del que proceden, y Celeste Crianza proviene de un lugar donde las viñas y las estrellas establecen una conexión mágica. Con doce meses de crianza en barricas de roble francés, Celeste es un vino opulento y brillante que destaca por su expresión frutal. Estas características hacen de este vino, que tiene un magnífico nivel aromático, el compañero ideal para toda clase de encuentros, en especial para recetas de carne para la Navidad como, por ejemplo: solomillo Wellington; pavo con frutas silvestres, confitado o relleno; pluma ibérica con salsa de cereza picota; presa ibérica con patata pochada; chuletón de rubia gallega a las brasas; cordero al tomillo... Sin embargo, ¿quién dice que no podemos armonizar un vino con otros elementos?
Edition, que lanzamos como parte de Pre-fall 2019. La idea detrás de esa colección era perfeccionar las prendas y accesorios esenciales que crean la base de nuestro guardarropa. Y para Louis Vuitton 2054, el punto de partida fue construir una infraestructura dentro de la casa que cubra todas las áreas de nuestra forma contemporánea de vestir". No siempre vestimos igual, no siempre queremos vestir igual.
De forma concreta, la colección 2054 reinterpreta varios códigos de Louis Vuitton y los coloca en un contexto inesperado. Las chaquetas se desmontan, los tejidos son impermeables, las bolsas se expanden… Estéticamente, se introducen los logos de la marca, pero creando efectos visuales, como los tridimensionales o los trampantojos. "La colección fusiona las propiedades de la ropa activa o técnica orientada al rendimiento con lo esencial para el día a día: prendas predominantemente de nylon, perfectas para exteriores, pero ajustadas y elevadas a la cumbre de la moda de lujo", explica Abloh. Y la razón, según el diseñador, es que la moda, hoy, "habla a diferentes segmentos de clientes, y aunque la colección principal de Louis Vuitton establece el tono general para la línea masculina, el público sintoniza frecuencias distintas". Esta línea, pues, "es nuestra respuesta a la demanda de una alta propuesta de moda, nuestra redefinición del lifestyle de lujo".
Hay entonces una intención formal, pero también funcional. ¿Cómo combinar ambas cosas? "Espero que el diseño funcione, que sea multifuncional, que tenga un propósito más allá de lo obvio", explica Abloh. "Cubrirse con un abrigo que se transforma en una tienda de campaña o con una camiseta que se comprime en una almohada para esa tienda es simplemente la respuesta extrema e imaginativa a esa mentalidad". Quizá el futuro sea exactamente así. Louis Vuitton 2054 pero en 2019, regreso al futuro. "2054 será el aniversario de Louis Vuitton, que se fundó como marca de viajes en 1854. En mi opinión, cualquier tipo de investigación comienza con la comprensión de lo que sucedió en el pasado. Creo que sólo cuando comprendes el pasado puedes traer algo al presente". Palabra de visionario.
"Sólo cuando comprendes el pasado puedes traer algo al presente"