QUIEN TIENE UN CRONO, TIENE UN TESORO
Aunque el mercado está saturado de modelos crono híper deportivos, un auténtico cronógrafo es una complicación relojera en toda regla que muy pocas firmas son capaces de desarrollar in house. Esto es, sin recurrir a otros que les suministren los calibres de base para posteriormente adaptarlos a su producción. Pongamos por caso el de una firma en toda regla como Bovet, que aún no tiene un cronógrafo manufactura (aunque según Pascal Raffy, propietario de la casa, están trabajando en ello desde 2008). No en vano, un cronógrafo conlleva como mínimo tres o cuatro años de desarrollo. En este sentido, tenemos que celebrar que, en el año Pilot, IWC haya apostado por incorporar calibres manufactura de crono en la nueva línea Spitfire. Cuatro grandes relojes de piloto, pero también cronógrafos: Gran Reloj de Aviador Calendario Perpetuo Spitfire, Reloj de Aviador Cronógrafo Spitfire, Reloj de Aviador Automático Spitfire y Reloj de Aviador UTC Spitfire Edición 'MJ271'. Algunos optan por unir fuerzas y colaborar con otra casa experta en la materia. Ése fue el caso de Tudor y Breitling, quienes en 2017 combinaron su experiencia en el diseño y producción de movimientos para utilizarla de forma conjunta. Así es como el calibre MT5813 nació del B01 de Breitling, intervenido por Tudor. Podemos clasificar los cronógrafos según dos criterios: el estético, por la disposición de sus indicaciones, y el tipológico. En la primera categoría debemos diferenciar entre cronógrafos cuyos contadores ofrecen una configuración bi-compax (como el TAG Heuer Carrera Calibre 1887) o tri-compax (cualquier modelo Daytona de Rolex). Es decir, con dos o tres contadores para horas, minutos y segundos del mecanismo de cronógrafo, independiente del mecanismo del reloj. En lo que respecta a la tipología, existen cinco modalidades. El convencional es aquel que cuenta con contadores de minutos y segundos; o segundos, minutos y horas activados por dos pulsadores. El monopulsante, cuyas funciones se activan mediante un único pulsador, tiene en el modelo Heritage Monopusher Chronograph de Montblanc un digno representante y el más asequible ejemplar del panorama actual. En cuanto al flyback, incorpora un pulsador para reiniciar el conteo de manera automática, sin necesidad de parar el crono, ponerlo a cero y reiniciarlo, como en los modelos Luminor Yachts Challenge de Panerai, accionados por el calibre P.9100. Y el foudroyante o fulminante presenta una esfera subsidiaria en la que la aguja realiza los saltos correspondientes a la frecuencia del movimiento por cada segundo transcurrido. Finalmente, el ratrapante incorpora una segunda aguja contadora de segundos gobernada por un pulsador independiente. Un hermoso ejemplo de este tipo de cronógrafo lo encontramos en una de las firmas que más ha contribuido al desarrollo de esta complicación: Breitling Navitimer 1 B03 Rattrapante 45 Boutique Edition, accionado por el calibre B03. Cuando se activa el crono, las dos agujas se mueven solidariamente y, al activar el pulsador de la ratrapante, ésta se detiene mientras que los segundos continúan. Cuando se realiza la lectura, se activa de nuevo el pulsador y la ratrapante da un salto instantáneo para alcanzar la aguja de los segundos. Una verdadera joya de la relojería.