Bienvenido a la nueva normalidad
La “vuelta al cole” de 2020 viene con retos añadidos. Tras el TELETRABAJO, toca regresar a la oficina. Y lo hacemos con un peso más en el maletín: LA ANSIEDAD.
Nos fuimos de vacaciones dejando atrás esa rutina de montar nuestra jornada laboral en la mesa del comedor y cerrar reuniones desde la Para miles de españoles, el regreso al puesto de trabajo tras el verano se producirá de un modo más habitual y al mismo tiempo chocante: desde su oficina. Las reglas han cambiado. Lo que un día fue costumbre ahora resulta insólito y muchos tendremos que pagar el peaje de ese regreso con la ansiedad. Para ayudarnos a gestionar la vuelta al trabajo de la forma más tranquila y sana posible, hemos hablado con Aída Rubio, psicóloga sanitaria y coordinadora del equipo de psicólogos de Therapychat, y con Carla Crouseilles, del equipo de Amparo Calandín, galardonada como mejor psicóloga de España.
La vuelta al trabajo este año, explica Aída Rubio, es como "una pequeña vuelta a la realidad, e incluso el cierre de un momento que nos ha marcado mucho a nivel personal y social". Este cambio lo vivimos cada año al volver de vacaciones, pero en 2020 tiene un ingrediente extra. "Hemos podido dar a nuestro hogar una connotación de seguridad frente a la inseguridad del exterior", dice Rubio, por lo que la idea de abandonarlo nos asusta. La buena noticia es que esta ansiedad no es inevitable. Las expertas nos facilitan siete consejos que todos podemos aplicar.
1. IDENTIFICA TU PROBLEMA: PREOCUPA CIÓN O ANSIEDAD?
"La ansiedad tiene un componente cognitivo, que es la preocupación; un componente fisiológico, que se
"Me gusta recomendar que la persona pare un momento y se pregunte: ¿cuál es la realidad objetiva ahora mismo? […]. Esto nos trae al presente y nos incita a analizar de manera objetiva para anular los pensamientos distorsionados"
Sentir un poco de ansiedad por la vuelta al trabajo es natural; pero si persiste en el tiempo, lo ideal es que busques ayuda y consultes con un profesional.
manifiesta en forma de sensaciones corporales; y un componente comportamental, que hace referencia a cómo actuamos ante una determinada situación", indica Carla Crouseilles. La preocupación es una emoción normal que puede incluso ayudarnos a anticiparnos a los problemas, mientras que la ansiedad es un problema que nos domina y nos frena a la hora de tomar las decisiones adecuadas. La puedes identificar con algunos de sus síntomas más comunes: problemas de sueño, de apetito, falta de aire, náuseas y opresión en el pecho.
2. VE PASO A PASO
"La vuelta al trabajo puede generar ansiedad, puesto que nos preparamos para ello, tratamos de anticipar las situaciones que nos vamos a encontrar a nuestra vuelta, nos preocupamos en exceso y, en ocasiones, nos ponemos en la peor situación posible", asegura Carla. Aída nos recomienda que nos centremos en el presente para no anticipar los problemas derivados de la vuelta. "Recuerda que la anticipación no nos habla de realidades, sino de suposiciones, muchas veces poco ajustadas a la realidad y tremendistas si estamos viviéndolo con ansiedad", advierte. Esta misma regla se aplica cuando estés en la oficina. Asume desde ya que no vas a poder ponerte al día con todo el trabajo el 1 de septiembre y adopta un paso ligero pero tranquilo. Esos sin contestar seguirán ahí mañana por la mañana.
3. PREPÁRATE CON CALMA
Algo que puede ayudarte a controlar la ansiedad, explica Aída, es saber que estás preparado para todo lo que pueda pasar. Organiza los cambios de tu rutina y prepara todos los detalles que te ayudarán a sentirte protegido cuando llegue la hora de entrar en la oficina. Carla recomienda también que programes con antelación momentos de descanso en tu jornada laboral en los que puedes escuchar música o dar un paseo para airearte.
4. BUSCA EL VASO MEDIO LLENO
Ahora es importante que asocies la idea de ir al trabajo con emociones agradables. Para conseguirlo puede que te baste con recordar los aspectos más agradables de tu empleo o la ilusión de reencontrarte con tus compañeros de trabajo. No obstante, no estaría de más programar actividades recreativas y reuniones sociales para después de la oficina. Así verás el día con ganas y no sólo con miedo.
5. ADOPTA BUENOS HÁBITOS
Ambas expertas nos recomiendan que hagamos uso de la medicina más efectiva: los buenos hábitos. Noches largas de sueño, una alimentación equilibrada, deporte y, sí, reuniones sociales. "Es tan importante descansar durmiendo como descansar haciendo actividades que nos llenen y relajen", asegura Aída Rubio. "Aumentar la vida social, relacionarte, participar en las charlas y cultivar la amistad, son ideas positivas y reforzantes por sí mismas y no deben dejarse de lado pensando que la 'soledad' y el aislamiento nos tranquilizarán más", añade Carla.
6. DESCUBRE LA CAPACIDAD DE RELAJARTE
Ya has aplicado todos los consejos previos y, aun así, te encuentras sufriendo de ansiedad de camino al trabajo. ¿Qué puedes hacer? Nuestras psicólogas nos proponen varias soluciones. "Los ejercicios de relajación, respiración y yoga, en algunos casos, son tan potentes como algunos fármacos, aunque requieren más esfuerzo", dice Carla Crouseilles. Aída Rubio añade: "Me gusta recomendar que la persona se pare un momento y se pregunte: ¿cuál es la realidad objetiva ahora mismo? La respuesta puede ser, por ejemplo: estoy en la oficina de tal a tal hora, estoy enfrascado en estas tareas, voy vestido de esta manera […]. Esto nos trae al presente y nos incita a analizar de manera objetiva, de modo que anulamos los pensamientos distorsionados y los extremos".
7. SI LO NECESITAS, BUSCA AYUDA
Puede llegar un punto en que tus propios esfuerzos no basten para solucionar el problema y necesites acudir a un profesional. Esa barrera se debe cruzar en dos casos: uno, si la ansiedad está interfiriendo en nuestro día a día y limitando nuestra vida; y dos, cuando los síntomas de la ansiedad se mantienen en el tiempo en lugar de desaparecer tras unos días de trabajo. A veces, pedir ayuda es la solución que requiere más valor por nuestra parte. Pero también es la más efectiva.