Pasos en la buena dirección
La SOSTENIBILIDAD empieza por consumir menos y consumir mejor. De eso sabe mucho Miguel Fluxá, CEO de Camper e hijo del fundador de la firma.
El negocio de la moda atraviesa una fase de transformación sin precedentes. La pandemia mundial, sumada a una creciente conciencia medioambiental por parte de los consumidores, ha impulsado un cambio de modelo hacia una producción más sostenible en el tiempo y más respetuosa - losofía de Camper ha pivotado en torno a ambos ejes. Hablamos con Miguel Fluxà (Mallorca, 1975), hijo del fundador y CEO de la compañía, sobre los retos a los que se enfrenta la industria en 2021.
GQ: Tras la crisis del covid, ¿está la industria de la moda viviendo un cambio de paradigma para apostar por la calidad y el valor añadido, en lugar del volumen?
Miguel Fluxà: Sí, yo creo que sí, espero que sí, no sólo por nosotros, sino por lo que representa para la industria y para el medio ambiente. Creo que, sobre todo en las generaciones más jóvenes, hay una gran conciencia del impacto que tienen las pequeñas decisiones que tomamos. Para nosotros, la sostenibilidad está muy ligada a la calidad. Todo parte de hacer un producto que dure en el tiempo, por materiales y por estética, que no sea una cosa que tengas que tirar al cabo de dos años o seis meses.
El tema medioambiental siempre ha estado muy ligado a vuestro ADN, incluso cuando esta preocupación no era tan evidente. ¿Por qué?
- sino en mallorquín. Ese mundo rural y mediterráneo es para nosotros un punto de referencia muy importante. El Camaleón, que es nuestro primer producto, está inspirado en los modelos que llevaban los campesinos en Mallorca. Era un producto reciclado, fruto más de la necesidad que de la abundancia. Los payeses en Mallorca no tenían muchos recursos y se hacían los zapatos a base de restos, lo que ahora llamamos economía circular. Esta vinculación con el mundo
rural mediterráneo ha existido desde el principio, y va muy ligada a la sostenibilidad en un entorno muy frágil que es Mallorca y el Mediterráneo. Sin ninguna duda, eso tiene un impacto a la hora - mos, no es lo mismo estar en Mallorca que estar en Nueva York o en París, las inquietudes son diferentes.
El Camaleón sigue siendo uno de los modelos estrella de Camper. El Wabi (arriba a la dcha.), una de las apuestas para esta P/V, está hecho de una sola pieza de TPU inyectado, lo que lo hace muy fácil de reciclar.
Prácticamente el 90% de los zapatos que se fabrican acaban en la basura. ¿Qué se puede hacer para cambiar esta situación?
El problema del calzado es que tiene muchos componentes, lo que lo hace difícil de reciclar. Pero nosotros trabajamos en varias líneas para hacerlo sostenible. Evidentemente, una es la calidad. Otra, el diseño: pensar a la hora de diseñar si unos materiales son necesarios o no, o si se puede diseñar de manera que el reciclaje sea más fácil. También puedes utilizar mejores materiales, que ya sean reciclados. Prácticamente el 100% de nuestra colección tiene al menos un 50% de lo que nosotros llamamos mejores materiales. Y por último está el tema de la circularidad, poner en marcha iniciativas que permitan recoger los zapatos que acaban su vida útil. En nuestro caso nos aprovechamos de nuestras tiendas para recogerlos y los enviamos a nuestro taller en Inca para darles una segunda vida.
¿Está haciendo lo suficiente la industria de la moda para convertirse en una industria sostenible?
La respuesta corta es que no, porque queda un camino muy largo por recorrer y se puede mejorar mucho. Pero sí que es verdad que se van dando pasos. Antes, los consumidores no eran tan conscientes del impacto que tenía la industria sobre el medioambiente, pero ahora la gente está más concienciada, lo cual ya es un paso bastante importante. La presión hacia ciertos desde marcas concretas a compañías multimarca, es cada vez más alta para que cumplan con determinados requisitos de sostenibilidad y de responsabilidad, y creo que esto irá a más, porque el nivel de exigencia cada vez va a ser mayor. Es verdad que sigue habiendo muchas empresas que sólo toman medidas cosméticas, eso es así, pero más pronto o más tarde, o dejan de hacer eso para pasarse al mundo real o los consumidores se enterarán y difícilmente van a poder mantenerse en el tiempo. El futuro va a ir por ahí y quien no se adapte estará fuera del mercado. Y eso es una gran noticia, creo que es una buena noticia para el mundo y para nosotros, que evidentemente creemos en ello y que hemos estado luchando durante muchos años en esa dirección.