Bienvenidos al nuevo streetwear
¿Qué ocurre cuando confección y streetwear se unen? ¿Qué hay en el punto en que una marca experta en el corte perfecto y la innovación como es BOSS se une con la casa deportiva responsable de crear la primera sudadera? En ese milímetro en que coinciden ambos mundos se encuentra BOSS x Russell Athletic.
Si la marca BOSS se caracteriza por algo, es por haber alcanzado el estatus de icono por su confección. BOSS ofrece más que el traje perfecto. Sus colecciones están pobladas de piezas informales y deportivas, presentando el armario completo para el hombre del siglo XXI. Sastrería y ropa deportiva se combinan en sus boutiques, tal y como marcan las necesidades de hoy. Por su parte, Russell Athletic está viviendo la edad de oro de la moda deportiva. Después de más de 100 años trabajando con una mano en el deporte y la otra en el cuidado a la comunidad, la firma de Kentucky ha sido testigo de cómo las piezas técnicas daban el salto de las canchas de baloncesto a la calle. Y se han encargado de crear un armario que combine elementos técnicos, desempeño perfecto y estética para vestirnos en el proceso.
Confección deportiva
Décadas de streetwear han sentado el caldo de cultivo perfecto para una revolución de la moda callejera. Las fronteras se difuminan y los límites ya no están claros. Nos vuelve a apetecer llevar traje, sí, pero queremos hacerlo con zapatillas y, por qué no, con una sudadera. Y en esa línea difusa es donde se sitúa la nueva colección de BOSS y Russell Athletic.
Con colores tomados del archivo de ambas marcas, la colección aúna el expertise confeccionista de BOSS y la estética deportiva de Russell Athletic, y Miguel Ángel Silvestre se ha encargado de demostrarnos que es una colaboración llena de posibilidades. Trajes con referencias sport, sudaderas de líneas limpias y prendas con rayas laterales dan forma a la colección y configuran imprescindible tras imprescindible. Toda la fuerza de los años 90 interpretada en pleno 2021. Eso es el nuevo streetwear.
MIGUEL ANGEL SILVESTRE nos lo demuestra: el streetwear y la sastrería han creado un matrimonio que se entiende a la perfección.