La identificación de migrantes satura la Extranjería de Cádiz
Las 670 personas llegadas el fin de semana a la provincia desbordan el sistema de identificación
El polideportivo Andrés Mateo de Algeciras era ayer una comisaría más de la provincia. En el centro de identificación provisional en el que se ha convertido el pabellón del Saladillo, varios policías nacionales tomaban fotografías, huellas y datos de los migrantes llegados en los últimos días, que esperaban en cola para ser registrados. Otra cola daba paso a los baños y varios grupos de migrantes esperaban en el suelo.
En total, más de 200 personas aguardaban la tramitación policial por haber entrado irregularmente en España, a las que se sumaban los 135 migrantes que esperaban en la mañana de ayer en los calabozos de la comisaría de Algeciras para cumplir esos mismos trámites de identificación y el centenar de menores derivados a la Junta de Andalucía para su tutela.
Las 670 personas llegadas en el fin de semana a las costas gaditanas han vuelto a desbordar el ya de por sí saturado sistema de Extranjería de la provincia. Ayer llegaban otras 55, tres de ellas rescatadas de un kayak. Éstos eran los datos cerrados que era posible obtener sobre los migrantes llegados a Cádiz; en un continuo movimiento de personas entrando y saliendo de pabellones y comisarías, las cifras f luctúan y es casi misión imposible lograr datos concretos de cuántas personas han sido ya identificadas, cuántas derivadas y cuántas puestas en libertad. Los turnos de trabajo se estiran, pero aún así la carga sobrepasa los recursos existentes y acaba copándolos, dejando atrás otras tareas.
El caso de Algeciras es el más llamativo, ya que congrega al mayor número de migrantes al haber habilitado el pabellón municipal para su acogida, pero no es el único. Por las comisarías de La Línea, San Fernando, Jerez y El Puerto de Santa María se reparten los extranjeros que van llegando para su identificación y tramitación de la orden de expulsión.
La saturación se extiende al resto de comisarías ante un ritmo de llegadas que ha dado pocos días de tregua. En situación normal, los migrantes son presentados ante el juez y derivados a un CIE o a un recurso de acogida de una ONG, pero en los momentos de mayor saturación, como el actual, hay extranjeros que quedan en libertad al haber transcurrido el plazo de 72 horas sin pasar por el juzgado.