Las barbacoas y las quemas agrícolas, las causas principales
Las zonas con más población son las que cuentan con mayor riesgo de incendio
La principal causa de incendio en Granada, aunque es algo extrapolable a otros puntos de la geografía andaluza, es la antrópica, es decir, la accidental. Esto se traduce en que no es por causa natural –como puede ser una chispa o la caída de un rayo– por lo que se producen la mayoría de los incendios, sino que en su mayoría son por negligencias o de forma intencionada.
“La causa más patente que estamos teniendo es la negligencia y, dentro de ella, la que está relacionada con el uso de fuego en terrenos agrícolas”, según indica la subdirectora del Centro Operativo Provincial (COP) del Infoca en Granada, Almudena Cano.
Pese a ello, la subdirectora del COP mantiene que “si se compara la cantidad de autorizaciones que se emiten para realizar quemas, además de las que se hacen sin el permiso pertinente, la proporción es muy pequeña”. Es decir, que dentro del uso de fuego que se hace en campo agrícola, se registran pocos incendios. Para evitar que se produzca algún fuego, durante la época de riesgo alto –del 1 de junio al 15 de octubre– “está prohibido hacer barbacoas en zona forestal y tampoco se pueden autorizar quemas agrícolas”.
Granada es una provincia son mucha zona forestal. “Dado que la causa principal de incendio es antrópica, donde más gente hay, se da más probabilidad de que se inicie un fuego”, ya que es más común que se pueda producir un fallo humano. Ante ello, “las zonas de más riesgo son el Área Metropolitana, la zona costera..., aquellas en las que hay más volumen de población”, expone Cano.
Tal y como explica la subdirectora del COP, “cada incendio se investiga por la Brigada de Investigación Forestal (BIF), y en función de las causas, a nivel provincial se hace una estrategia de prevención para el año siguiente”. Así, este año en Granada se ha hecho hincapié en el Área Metropolitana, en Pinos Puente y en la Costa. “Este año se está haciendo más trabajo en Pinos Puente con los escolares para intentar concienciar sobre el fuego desde pequeños, ya que allí la mayoría de incendios –hubo en torno a una docena el año pasado– son intencionados”, explica Cano.