Teresa Rodríguez ya tiene su 28-F
La líder andaluza de Podemos cree que el partido se ha ganado su autonomía “por la vía de los hechos” pese a las reservas de Madrid
Cuando Susana Díaz perdió las primarias del PSOE, Teresa Rodríguez –como muchos otros– la criticó por “envolverse en la bandera andaluza” para curar sus magulladuras orgánicas. No es una novedad, pero la líder regional de Podemos también tira de andalucismo después de unas primarias que, ella sí, ha ganado con claridad. “Ha sido como un 28-F para Podemos”, dijo ayer la coordinadora andaluza, que ha arrasado a sus críticos, encabezados por la diputada Isabel Franco, en la pugna interna previa a la confluencia.
El resultado de las primarias, con un 75% de los votos y la mayoría de los puestos de salida para Rodríguez, supone “un respaldo significativo al trabajo de los últimos tres años”, aseguró ayer el se- cretario de Organización regional de la formación, Nacho Molina, en la presentación de los resultados de las primarias. Molina también iba en las listas de la líder regional y es uno de los representantes de Anticapitalistas que aparecen en el registro de Marea Andaluza.
“Es la demostración de que somos mayores de edad” espetó Teresa Rodríguez, que lee el resultado de las elecciones internas como “un refrendo a la confluencia”. Los inscritos en Andalucía apoyan masivamente su propuesta, por lo que en la dirección regional de Podemos creen desactivadas las reservas que algunos miembros de la ejecutiva estatal habían mostrado respecto al proyecto.
Ahora llega el turno de desarrollar el proyecto de Adelante Andalucía “un nuevo espacio político que no disuelve las partes” y el objetivo de la líder andaluza es ob- viar cualquier debate sobre “cómo de grande va a ir el nombre en la papeleta”. Para ello, Rodríguez pretende ejercer una autonomía “conseguida por la vía de los hechos”, tal y como se propuso en 2016, cuando ganó las primarias orgánicas con un apoyo cercano al 75%, como el logrado ahora.
La autonomía financiera ya la tenía y la política se verá en la elaboración de las listas, en los posicionamientos políticos y en la política de alianzas. El primer cambio es el modelo de las primarias recién finalizadas, donde la cir- cunscripción ha sido provincial y no autonómica para “obligar la vinculación del candidato al territorio”, especificó Nacho Molina.
El siguiente paso es poner en marcha las primarias conjuntas con el resto de actores de la confluencia. Ahí estarán los andalucistas de izquierdas, pero sobre todo IU. Antonio Maíllo y los suyos han esgrimido su poderío municipal y su implantación en el territorio con el objetivo de buscar el equilibrio, pero el modelo de primarias conjuntas aún no se ha pactado. Una de las posibilidades es pactar una lista desde la dirección de la confluencia y en Podemos hay quien pide hacer valer el peso electoral logrado por el partido morado en las pasadas andaluzas. La federación de izquierdas ha asistido al conflicto interno de sus socios desde la distancia, pero no sin preocupación
La fórmula para hacer las primarias conjuntas de la confluencia todavía no está clara