El Gobierno abre la vía a un nuevo ‘Estatut’ para zanjar el conflicto catalán
Sánchez tomará soluciones “audaces” para la crisis, pero exige coraje a “todos”, no sólo al Gobierno
Pedro Sánchez
Presidente del Gobierno La crisis de Cataluña sólo se resuelve votando, pero un acuerdo, no la ruptura”
Pedro Sánchez expresó ayer su disposición a explorar soluciones políticas “valientes y audaces” para resolver la crisis política en Cataluña pero, eso sí, advirtió a los independentistas catalanes de que será siempre dentro del marco de la Constitución. En su réplica en el Pleno del Congreso a los portavoces de ERC y del PDeCAT, el presidente del Gobierno afirmó que su Ejecutivo está abierto a abordar con ambos partidos y también con el resto de grupos del Parlament una solución para Cataluña.
Aunque dijo ser “consciente” de que existen “enormes diferencias” entre el PSOE y las formaciones independentistas para encontrar una salida al conf licto, el jefe del Ejecutivo subrayó que “lo importante” no es ver a qué se renuncia, sino ver en qué se está dispuesto a llegar a acuerdos.
Sánchez apuntó que la crisis en Cataluña “sólo se resolverá votando”, pero no votando una “ruptura”,, como pretenden Esquerra Republicana (ERC) y el PDeCAT con su petición de un referéndum separatista, sino un “acuerdo” para reformar el Estatut. En este punto, recordó a los secesionistas que tanto para modificar el Estatut como para aprobar una Ley Electoral para esa comunidad, se necesitan tres quintos del Parlament, “y eso a día de hoy no lo tienen” para impulsar el derecho a la autodeterminación que promulgan ERC y el PDeCAT, “más allá de las cuestiones constitucionales o de índole política”.
Sánchez considera “evidente” que la sociedad catalana está “profundamente dividida” y dijo que por eso su Gobierno está dispuesto a estudiar soluciones políticas “audaces” y “valientes” pero en el marco de la Carta Magna de 1978, “que es el gran consenso que nos une a todos”, remarcó antes de recalcar que el “coraje” que se necesita debe provenir de “todos”, no sólo del Gobierno. “Es importante que todos hablemos claro a los ciudadanos y saber lo que podemos y no hacer. Podemos hablar de todo, pero todo no es posible”, replicó, por su parte, al PDeCAT, al que señaló que cuando se dialoga es posible “encontrar puntos en común”.
El presidente dijo que es “consciente” de que la crisis catalana es “una carrera de largo plazo” y que son “muchos” los “desencuentros”, pero llamó a “construir encuentros”, como de en- trada lo es la activación de las comisiones bilaterales y “la mano tendida” en cuestiones de cohesión social. “Es un buen punto de arranque”, advirtió.
El portavoz de ERC, Joan Tardà, insistió en la defensa de un referéndum y ligó que se permita el que su grupo pueda apoyar iniciativas del Ejecutivo. También aseguró que si el Gobierno se sigue negando condenará a los independentistas a volver a “desobedecer”.
El portavoz parlamentario del PP, Rafael Hernando, descalificó la defensa que hace el presidente del Gobierno de una “España nación de naciones” porque cree que “una aberración política, jurídica y constitucional”. El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, también consideró de “indecente” la actitud equidistante que, según él, mantiene en Cataluña el líder del Ejecutivo “entre golpistas y demócratas”.