“Es imprescindible para el artista ser él mismo”
El estadounidense actúa esta noche en el parque del Majuelo de Almuñécar, junto a John Hebert al contrabajo y Eric McPherson a la batería, dentro del festival Jazz en la Costa
Definido por Vanity Fair como “el pianista jazz más innovador de la última década”, Hersch es una primera figura en diferentes contextos, desde los recitales en piano solo hasta sus innovadoras piezas de cámara, pasando por los dúos o los maravillosos standard-trios. Cada vez que se sienta al piano es una revelación, un descubrimiento, una confesión y una evolución. –¿Cómo fue su proceso de recuperación?
–Estuve dos meses en coma y cuando me desperté pesaba menos de 50 kilos y no podía ingerir alimentos. Con mucho esfuerzo y esperanza fui recuperando movilidad, primero la necesaria para andar y al final la requerida para poder tocar un instrumento o escribir. Seis meses después de salir del coma ya di un concierto en el Village Vanguard.
Escribe piezas clásicas y piezas de jazz; ¿son intercambiables, dependiendo de quién los está reproduciendo?
–Mi música de concierto no requiere improvisación, solo la téc- nica y la musicalidad para tocarlas bien. Prefiero llamarla así y no ‘música clásica’. He compuesto música para tríos de piano, violín y violoncelo, música para piano, para violoncelo y piano, puse música a poemas de Walt Whitman para una formación de diez músicos, y una pieza extensa basada en algunos de los sueños y pesadillas que recuerdo de los meses que pasé en coma.
Que se llevó al teatro... ¿a veces necesita una ‘extensión escénica’?
Solo he compuesto la música de Mis sueños de coma, que es una pieza de teatro de jazz. Pero también he creado mucha poesía, especialmente con Whitman. ¿Cómo surgió My Coma Dreams?
–Cuando desperté del coma hubo algunos sueños grabados en mi mente. Escribí un párrafo sobre cada sueño y se lo di a mi colaborador, Herschel Garfein, y le dije que quería hacer algo distinto. Así escribimos un guion que contemplaba mi enfermedad y recuperación interpolando esas emociones entre medias. Es un sueño de creación y un sueño de liberación.
Es un verdadero placer leerlo y escuchar su charla, orientada muchas veces a la búsqueda del ‘sonido’; ¿Es la ‘voz’ del intérprete tan importante?
–Ante cualquier gran músico se debería poder escuchar menos de un minuto y saber que es él (o ella) y el sonido es una marca re-
gistrada de eso. Es imprescindible para cualquier artista ser él mismo y no ser otro. Mi mensaje primordial para cualquier persona es “Sé tú mismo”. ¡No te contengas!
Este año tenemos algunos músicos realmente comprometidos con el activismo social y cultural en el festival. ¿Debe el músico involucrarse plenamente en mejorar la sociedad? –Creo que todos debemos hacer nuestra parte para ser buenos ciudadanos en el planeta en estos tiempos tan aterradores. Puede haber muchas formas de activismo. Cualquier acción en esta dirección es buena.
Las ventas de discos han baja- do, pero hay más bios, reflexiones y recuerdos, incluso grandes vendedores como es el caso del ‘instrumental’ de Rhodes. ¿Puede imaginar su Una vida dentro y fuera del jazz entre ellos?
–Espero que mis memorias no solo hayan llegado a los fanáticos del jazz, sino que también inspiren a cualquiera que esté interesado en Nueva York a finales de los 70, en la identidad sexual y las luchas de salud.
Mi música de conciertono requiere improvisación, solo la técnica y musicalidad para tocarlas bien”
Mi mensaje primordial para cualquier persona es ‘Sé tu mismo’. ¡No te contengas!”