Andalucía queda fuera de la revuelta de los ‘riders’ autónomos de momento
Un colectivo de estos repartidores presenta una demanda contra Glovo en Barcelona
Llevamos semanas con un goteo incesante de noticias de juzgados de distintos puntos de la geografía española que confieren a los llamados riders la denominación de “falsos auónomos”. Ayer, fue un día importante para los colectivos y plataformas que ven en este sistema de economía colaborativa respaldada en las nuevas tecnolo- gías un método de engañar a la normativa laboral y, de paso, aprovechar el alto índice de desempleo para hacer negocio.
Un colectivo de repartidores de Glovo, una de las principales empresas dedicadas a esta actividad, denunciaron su condición de falsos autónomos ante la Inspección de Trabajo de Barcelona, que ya consideró a sus homólogos de Deliveroo, su principal competencia, como vinculados a la empresa de forma fraudulenta.
La Inspección de Trabajo afirmó a principios del presente mes que los repartidores de Deliveroo tienen una relación laboral y no mercantil con la multinacional y por ello le reclamó de 1,3 millones de euros en cuotas atrasadas a la Seguridad Social. Expedientes similares ya fueron emitidos con anterioridad en Madrid, Valencia o Zaragoza.
La demanda interpuesta ayer en Barcelona tiene la pretensión de “que la Inspección de Trabajo aprecie el carácter laboral y no mercantil que mantienen con la empresa, puesto que es la multinacional quien impone de forma absoluta las condiciones de prestación del servicio y determina aspectos sustanciales de su vinculación, como la configuración de sus horarios y los periodos de descanso”. La plataforma impulsora de esta demanda está, además, muy activa en las redes sociales bajo el nombre de Riders X Derechos e incluso ha creado su propia aplicación de reparto, con, según afirman, condiciones más ventajosas para los trabajadores.