¿Quién es el líder del Sky?
La trilogía alpina ha abierto con total claridad el debate sobre el liderazgo en el seno del Sky, el equipo más potente de la edición del Tour, que llega al tramo final de competición con dos de sus hombres copando las dos primeras plazas de la general.
Geraint Thomas viste de amarillo mientras que su compañero Chris Froome mantiene en su haber los galones de la jefatura y el liderato del equipo otorgados por los máximos responsables.
El lastre que debe arrastrar en su contra el ahora líder no es nuevo en la formación que dirige con mano de hierro Dave Brailsford y ya se ha repetido desde su creación en 2010 en dos ocasiones en grandes vueltas.
En 2011, cuando todavía eran unos recién llegados al pelotón internacional y su futuro dominio ni se intuía, se vivió el primer episodio en la Vuelta a España en la que quisieron con su ciclismo científico y cartesiano elevar a las alturas al especialista en pista Bradley Wiggins con Chris Froome como acompañante.
Froome demostraba día a día que estaba mucho más fuerte, pero su trabajo se supeditó a ayudar a su compañero y lo que terminó demostrándose como una jugada no tan fuerte lo llevaron tan lejos con el ahora Sir que no dispusieron de capacidad de maniobra para impedir que Juanjo Cobo terminase imponiéndose por delante tanto de Wiigins como por delante de Froome.
De lo que había sido un fracaso, los británicos sacaron la ense- ñanza para el Tour de 2012, en el que vivieron una situación similar. Froome parecía ir frenando y contrapedaleando para aupar a su compañero en el que iba a ser el primer triunfo de la historia de un ciclista británico en la Grande Boucle.
Ahora, con Froome pretendiendo completar el hito de ganar cuatro grandes seguidas –igualaría lo que hizo Eddy Merckx entre 1972 y 1973 (con Giro y Tour en 1972, y Vuelta y Giro en 1973)–, el que se está supeditando a su líder es Thomas. Por el momento Froome cuenta en su haber con Tour y Vuelta en 2017 y Giro en 2018.
El galés ha sumado dos victorias seguidas en los dos finales en alto alpinos, La Rosère y Alpe d’Huez, pero sobre todo en esta última ha dado la sensación de supeditar su actuación a intentar que Froome pudiese dar un golpe de mano para el que no parece contar con las fuerzas suficientes para llevarlo a cabo.