“Tenemos que recuperar la confianza en la formación”
La Junta trabaja en un mapa para detectar las necesidades laborales vinculadas a las nuevas tecnologías y la cuarta revolución industrial
–¿Cuáles son sus prioridades desde que está en el Gobierno? –Una de los objetivos principales es buscar más sinergías y mayor entendimiento y eso pasa por la unión de universidad-investigación con la empresa. Para ello estamos elaborando dos mapas. Uno de titulaciones y necesidades actuales del mercado de trabajo y también de necesidades futuras vinculadas a la cuarta revolución industrial y tecnológica que está cambiando totalmente los sectores que generan valor. Espero que me dé tiempo a hacer esto. Es una forma de hacer una senda por donde se debería transitar. Luego serán las universidades las que propongan qué titulaciones quieren hacer y cómo.
–¿Y el segundo mapa?
–Un mapa de investigación e innovación, para que las empresas sepan qué se está haciendo en las universidades, qué posibilidades de transferencia de conocimientos hay de los grupos de investigación al mundo empresarial y, por otra parte, que sepamos mejor cuáles son las demandas específicas que pueden tener las empresas con la innovación, porque en Andalucía desgraciadamente dos tercios de toda la inversión en investigación es pública. Queda mucho aún para que las empresas entren ahí. –Ahora mismo la innovación se hace en grandes empresas, como Airbus o Navantia. ¿Se puede acercar esa posibilidad a pymes? –Tenemos que quitarnos de la cabeza que la innovación es sólo para grandes empresas. Las pymes también innovan, se hace mucha innovación social. En Andalucía tenemos pymes que son punteras en algunos segmentos que tienen detrás mucha innovación.
–Pero innovación no es sólo aportación tecnológica...
–Por supuesto. También es la for- ma de organizarse, de comercializar. ¿Qué innovación tecnológica tiene Airbnb y es una de las más innovadoras hoy? Lo que tienen es la idea, la nueva forma de organizar. Han sabido ver los cambios que se estaban dando en la sociedad. –¿La vinculación andaluza al sector agrario dificulta las cosas?
–La innovación está más vinculada al sector industrial y esta comunidad no ha sido un territorio muy industrializado desgraciadamente, porque en el reparto cuando se crea el mercado único no nos toca esa parte, en parte porque a nuestras élites no les interesa.
–¿Cree que la formación está siendo injustamente tratada a raíz del caso ERE?
–Creo que sí. Hay que recuperar la confianza porque la formación es necesaria. Formar a las nuevas generaciones en esas profesiones del futuro y dar una segunda oportunidad a personas que estén en su trabajo y quieran mejorar. –¿Conoce ejemplos?
–En Singapur hay un programa de segunda oportunidad donde el Gobierno da mensualmente a todos los ciudadanos un dinero para que se formen en algo completamente distinto a su profesión, para que si hay cambios estén preparados y sea vocacional, que elijan lo que quieran.
–En Andalucía suena a quimera. –Los recursos que tenemos aquí no permiten hacerlo así, pero sí podemos pensar en formación de segunda oportunidad para ponernos por delante, porque el cambio se va a dar y va a ser brutal, sí o sí, porque las tecnologías ya están y en las de esta cuarta revolución industrial se caracterizan porque las máquinas tienen ya capacidad propia de aprendizaje.
–¿Cree que ya está superada esa creencia de que la innovación y la robotización destruirán empleo? –Lo que sabemos de las revoluciones industriales que nos han precedido es que se creó más empleo del que se destruyó. Eso no quiere decir que no se destruyese empleo, que se destruyó y mucho, y fue en sectores específicos y afectó a comarcas y regiones específicas. Si desaparece un sector entero y una región está especializada en ese sector, esa zona está fastidiada. Pero no quiere decir que no se cree empleo, porque las nuevas tecnologías generan nuevos empleos. ¿Qué nuevos empleos van a generar? Es lo queremos prever, en algunas cosas acertaremos y en otras no. Tampoco hay que pensar que las personas que pierden esos empleos del sector afectado son las que van a ser contratadas por los nuevos sectores.
–¿Qué se puede hacer? –Tenemos que trabajar es en capacitar a las nuevas generaciones en los que creemos que van a ser los nuevos sectores, o aquellos que sabemos que van a estar menos afectados por la robotización, y también facilitar la segunda oportunidad de las personas en los sectores que van a ir perdiendo. Hay una frase que me gusta mucho: los robots pueden cuidarnos pero les traemos sin cuidado. –Aquí pesa mucho la fuga de talentos ¿Esto depende más de la empresa que de la Administración pública? ¿Qué puede hacer en este terreno la Junta?
–Es un drama. Una cosa es que alguien quiera irse a otro país que está fenomenal como experiencia vital y profesional. Pero lo importante es tener la oportunidad de regresar y de no irse si alguien no quiere. La crisis ha supuesto un varapalo enorme, y los grandes pagadores de la crisis en términos de empleo y desarrollo de vida profesional y autónoma son los jóvenes. –¿Cree que se ha perdido una generación entera?
–Creo que es recuperable. Eso va a depender en gran parte del dinamismo de la economía. Si conseguimos que ese dinamismo no se concentre en pocas manos sino que sea una riqueza más repartida que llegue a más personas, estaremos creando las condiciones de retorno para todos esos jóvenes que se han ido y quieren volver. Y para talentos muy específicos vamos a poner el programa el Talentia Senior. Es un proyecto de captación de talento, que comenzará como experiencia piloto, y lo haremos con las universidades.
–¿Tendrá que ver con la edad de los participantes?
–No. Lo de senior tendrá que ver con un curriculum consolidado. Alguien con 35 años lo puede tener espectacular al igual que alguien con 60 años. Se trata de facilitar que alumnos universitarios empadronados en Andalucía puedan ser financiados para hacer un máster o doctorado en algunos centros de máximo prestigio internacional, de modo que tienen que ser alumnos excelentes para que sean admitidos en Harvard, Oxford o donde sea. Y que además tienen un compromiso de retorno. –Si su Consejería dispusiera de repente de una partida económica extra, ¿en qué la gastaría?
–La prioridad sería hacer lo máximo posible por crear ese diálogo entre la empresa, para que innove más, y los grupos de investigación en las universidades. También internacionalización, porque en los CADE pasa eso, que son empresas pequeñitas pero que parten de una idea global, no piensan en dar respuesta a una comarca pequeña, sino en respuestas globales. Esa es la importancia de que Extenda esté bajo el mismo paraguas de esta Consejería. Extenda es un modelo de provisión de servicios, no son subvenciones directas. Las grandes empresas ya tienen un músculo que les permite competirá nivel internacional. Las pymes no lo tienen y se lo da Extenda
Tenemos que capacitar a las nuevas generaciones para que puedan trabajar en los sectores emergentes”