Filomena, la gran nevada
Una vez más, en uno de los momentos más críticos para el país, con la peor nevada registrada en 50 años, el presidente Pedro Sánchez ni está ni se le espera. La dejación de funciones de Sánchez contrasta con la promesa que realizó en verano, cuando aseguró una fuerte coordinación con las Comunidades Autónomas, con reuniones mensuales de la conferencia de presidentes.
Lo más normal del mundo, cuando hay problemas se esconde. Ahora, en las próximas elecciones catalanas, que se le vuelva a votar como hace las cosas tan bien, como por ejemplo el subir la electricidad y el gas, con el temporal que está cayendo, el ministro de su gabinete señor Ábalos, ni previsión; se ponen a coordinar cuando acaba el temporal. Un desastre, tras otro y nosotros a aguantar, la inoperancia y la negligencia de esta gente.
Entonces para qué queremos un presidente de gobierno si nunca hace nada, solo leer lo que le escriben y gastar, gastar en miles de asesores para nada. El sólo sale y hace un “Aló presidente” para ponerse medallas y culpar a la oposición de su propia incompetencia.
Ni siquiera tenía saldo en el móvil para llamar a los presidentes de las Autonomías afectadas por la nevada, pero sí tiene tripas para subir la energía el 27% y las pensiones el 0,9%. Ya tarda la gente demasiado para pedir dimisiones.
Total si no pasa nada. La M-40 colapsada, miles de personas bloqueadas durante horas en las carreteras, Barajas cerrado y los viajeros no atendidos, la red ferroviaria paralizada. ¡Viva España y el ministro Ábalos!
Al final será verdad que Pedro Sánchez está de baja por depresión, ya que debido a las altas nevadas el Falcon no puede despegar. Antonio Luis Gallardo Medina