Dura condena de la Iglesia al ex párroco de Vejer de la Frontera por desfalco
El Tribunal Metropolitano de Sevilla le obliga a devolver los 352.500 euros sustraídos de la parroquia
El polémico caso de Antonio Casado, ex párroco del municipio gaditano de Vejer de la Frontera, ya conoce el primer pronunciamiento judicial. La Iglesia ha resuelto en primera instancia que el sacerdote es culpable del desfalco económico de la parroquia del Divino Salvador de Vejer, desviando un total de 352.528,61 euros de las cuentas parroquiales a cuentas personales, por lo que el Tribunal Metropolitano de Sevilla ha dictado una dura condena contra Casado.
Por este delito que el tribunal considera probado, condenan al sacerdote a devolver ese dinero a la parroquia. Además, Casado tendrá que ser recluido “en un monasterio o casa de retiro espiritual” que decida el obispo diocesano, Rafael Zornoza, por el período de cinco años, durante los cuales no podrá ejercer públicamente el sacerdocio. Por último, también se estima que Casado nunca pueda ejercer un oficio religioso que conlleve la administración de bienes de la Iglesia, lo que por ejemplo lo imposibilita para volver a estar al frente de una parroquia, entre otras muchas responsabilidades que este sacerdote no podrá asumir por tiempo indefinido.
La cuantía completa del desfalco ha quedado señalada en base a una auditoría realizada en 2019, que cifra ese dinero en base a un total de 164 operaciones bancarias a través de las que el sacerdote destinaba cantidades de la masa económica parroquial a cuentas personales. Esto se repitió desde 2013 (tan sólo meses después de la toma de posesión de Casado como párroco de Vejer en septiembre de 2012) hasta mayo de 2018.
El anterior ecónomo diocesano, Antonio Diufaín, detectó que en las cuentas parroquiales existía en 2014 un fondo de 466.915 euros, que se redujo hasta los 17.013,12 cuando en mayo de 2018 la parroquia fue intervenida después de que el Obispado detectara irregularidades en la administración. Irregularidades, curiosamente, que salieron a la luz porque la parroquia había dejado de contribuir al Fondo de Sustentación del Clero (debiendo entonces en torno a 18.000 euros).
El religioso ha defendido siempre que ese dinero fue destinado a atender la extorsión que venía sufriendo desde que tramitó la adopción y traslado a España de un menor de Guinea Ecuatorial, donde Casado permaneció una época como misionero (antes de ser nombrado párroco de Vejer).