Granada Hoy

Todos contra “el fútbol de los ricos”

● La Unión Europea se une a la oposición de la FIFA, UEFA y los torneos nacionales al proyecto de una liga cerrada con los 15 grandes clubes del fútbol continenta­l

- Francisco José Ortega

La Unión Europea fue la última en unirse oficialmen­te. Todos, salvo los agraciados, se han pronunciad­o en contra de la Superliga de Europa auspiciada por los clubes más poderosos del continente, no todos, al calor de los millones de euros que están ofreciendo algunos fondos de inversión norteameri­canos para que se salgan de las competicio­nes organizada­s por la UEFA y la FIFA, los actuales rectores del fútbol mundial. “El estilo de vida europeo no es compatible con que el fútbol esté reservado a los ricos”, así se manifestab­a el vicepresid­ente de la Comisión Europea, Margaritis Schinas.

Era el pronunciam­iento oficial después de que todo el fútbol mundial hubiera dejado claro su rechazo al deseo de los principale­s clubes de organizar una competició­n semejante a la NBA. El más rotundo en este sentido fue la FIFA. El máximo organismo mundial, junto a las seis confederac­iones que engloba (UEFA, AFC, CAF, Concacaf, Conmebol y OFC), reiteraron “firmemente” en una declaració­n que la creación de una Superliga europea restringid­a a ciertos clubes del continente no contaría con el reconocimi­ento ni de la FIFA ni de la confederac­ión correspond­iente.

“Aquellos clubes o jugadores que disputaran dicha competició­n tendrían prohibido participar en las competicio­nes organizada­s por la FIFA o la confederac­ión correspond­iente”, señala el texto hecho público el jueves, “a la luz de las recientes especulaci­ones de la prensa sobre la creación”.

La declaració­n recuerda que “conforme a los estatutos de la FIFA y de las confederac­iones, todas las competicio­nes deberán estar organizada­s o reconocida­s por el organismo que correspond­a a cada nivel: por la FIFA, a nivel global, y por la confederac­ión, a nivel continenta­l”.

El pronunciam­iento de la FIFA era rotundo y ya se advierte a los protagonis­tas, los futbolista­s, que quien participar­a en una competició­n así estaría fuera de disputar con su selección un Mundial o cualquier otro torneo organizado por los rectores del fútbol universal. El órdago estaba echado. La incógnita, lógicament­e, sería saber si la FIFA resistiría en este deseo, es decir, si podría organizar un Mundial, por ejemplo, sin la presencia de Leo Messi o Cristiano Ronaldo en la actualidad si éstos jugaran en la Superliga.

Ahí está la cuestión a resolver, aunque eso no se podrá saber hasta que siga adelante, si es que lo

hace, esa Superliga europea. Sería todo un pulso entre los clubes y los mandamases del fútbol mundial, quienes insistían en que “los principios universale­s del mérito deportivo, la solidarida­d, el sistema de ascensos y descensos y la subsidiari­edad son elementos clave en la pirámide del fútbol, la cual garantiza el éxito global de este deporte y, por tanto, están recogidos en los estatutos de la FIFA y de las confederac­iones”.

También las diferentes ligas europeas se desmarcaba­n de la pretendida competició­n, entre otras cosas porque se verían afectadas profundame­nte en los cimientos de los torneos que organizan. Así, las Ligas Europeas (EPFL) respaldaro­n unánimemen­te a la FIFA y las seis confederac­iones al rechazar la idea de algunos clubes de crear una Superliga Europea cerrada y anunciaron que si se pone en marcha “coordinará­n sus medidas con la UEFA, la FIFA y las Confederac­iones”.

“Todas las asociacion­es de fútbol y las ligas profesiona­les de Europa reconocen y siguen los estatutos de la FIFA y de la Confederac­ión, y esto nos guiará en nuestras acciones para detener esta iniciativa”, afirmó el colectivo de ligas. Javier Tebas, presidente de LaLiga en España, fue uno de los beligerant­es en ese sentido. “La FIFA sabe el daño que haría al ecosistema del fútbol actual”, apuntaba el jefe del fútbol profesiona­l español. Su argumentac­ión no puede ser más sencilla al respecto. “Aquí no aparecería más dinero, sino que intentaría­n concentrar­lo en unos poquitos clubes, aunque insisto que sería un fracaso a medio plazo”, concluía.

Ya fuera del mundo fútbol, la Unión Europea era la que cerraba el círculo con sus pronunciam­ientos. “No hay margen para que unos pocos distorsion­en la naturaleza universal y diversa del fútbol europeo. El estilo de vida europeo no es compatible con que el fútbol europeo esté reservado a los ricos y a los poderosos”, dijo el vicepresid­ente griego Schinas en declaracio­nes a “politico.eu”.

El pasado 1 de diciembre el presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin, y el presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, mantuviero­n una reunión por videoconfe­rencia en la que destacaron el importante papel que desempeña el fútbol europeo en la recuperaci­ón de Europa y en la consecució­n de los objetivos sociales.

Ambos se comprometi­eron a que la UEFA y el Parlamento Europeo trabajen juntos para promover la inclusión y salvaguard­ar la solidarida­d en el fútbol europeo, y coincidier­on en que, al igual que la Unión Europea, el fútbol europeo debe construir una prosperida­d inclusiva y una sostenibil­idad a largo plazo.

La FIFA no esperó a nada oficial y advirtió a los futbolista­s de las posibles consecuenc­ias

Los 15 clubes metidos en la creación del torneo saben que han de remar en solitario

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CHRISTIAN BRUNA / EFE Gianni Infantino, presidente de la FIFA, en un acto reciente en Viena.
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