Granada Hoy

El miedo al Covid-19 dispara el absentismo en la enseñanza

● Educación detecta más de 11.000 casos, sobre todo en Primaria y abre expediente­s a las familias

- Diego J. Geniz

Más de 11.000 casos de absentismo escolar en Andalucía durante el primer trimestre de curso. Se trata de uno de los datos más destacados del balance realizado ayer por el consejero de Educación y Deporte, Javier Imbroda, quien detalló todo el protocolo sanitario llevado a cabo desde el verano hasta las vacaciones de Navidad en el sistema público de enseñanza, que se ha visto condiciona­do por la pandemia de coronaviru­s. Imbroda explicó que esta cifra supone un considerab­le incremento respecto al mismo periodo del curso pasado. Un aumento que se registra en los colegios, donde muchas familias, por temor a que sus hijos se contagien de Covid, decidieron en un primer momento no llevarlos a clase. En Primaria, el número de protocolos activados ante esta falta de asistencia se disparó en 5.000 casos, mientras que en la ESO bajaron.

Era una de los efectos más temidos de la pandemia, motivo por el cual, en los protocolos de actuación contemplad­os para este curso, la Consejería de Educación y Deporte ya dejó claro en verano que abriría expediente por absentismo escolar a todas las familias que decidieran no llevar a sus hijos a los colegios e institutos por temor al contagio del Covid. Aquella medida provocó una gran polémica, especialme­nte por parte de algunas plataforma­s de padres de alumnos y sindicatos, que pedían que la Junta no activara dicho protocolo.

La incertidum­bre existente a principios de curso llevó, incluso, a varias de estas entidades a recurrir a la Justicia para que impidie

ra, mediante medidas cautelares, que la administra­ción educativa continuara en su empeño de calificar como absentista­s a los menores que no acudieran a clase por miedo al Covid. Los tribunales, por contra, fallaron a favor de la consejería, que ha seguido adelante con su propósito. Una actuación que, además, se ve respaldada por el bajo nivel de aulas y centros cerrados en los tres primeros meses del curso por causa del virus.

En el balance de la primera evaluación el número de estudiante­s que ha faltado a los colegios públicos alcanza los 11.427, lo que en la práctica supone 5.325 más que en el mismo periodo del curso pasado. A la hora de analizar esta subida, según Educación, deben tenerse en cuenta diversos factores. El primero es que la mayoría de los menores que no han ido a clase se encuentran escolariza­dos en Primaria. Ahora bien, además del temor de muchas familias al contagio, también ha de considerar­se el alto porcentaje de menores vulnerable­s.

Imbroda incidió en que tal término engloba a los escolares que no están asistiendo al colegio por razones de salud relacionad­as con el Covid o de algún familiar convivient­e. Dicho grupo lo conforman 6.615 alumnos (incluidos colegios e institutos), de los cuales –y ahí sí hay un dato bastante preocupant­e– 788 no pudieron ser atendidos en el primer trimestre. Las razones de dicha desconexió­n son varias: la imposibili­dad del centro educativo de ponerse en contacto con los padres, la falta de colaboraci­ón familiar para la atención adecuada y la ausencia de justificac­ión de que el menor se encuentra en situación de vulnerabil­idad. Desde la consejería ya se ha hecho el requerimie­nto a los centros para lograr el seguimient­o de los estudiante­s no atendidos.

Como se refirió antes, el mayor volumen de menores vulnerable­s por el Covid se encuentra en Primaria, donde suponen un 56,85% de los alumnos que han faltado a clase de forma reiterada entre septiembre y diciembre, mientras que en la ESO dicho porcentaje baja al 43,14% de los casos. Los estudiante­s vulnerable­s identifica­dos han podido ser atendidos desde los centros por vía telemática.

Volviendo al asunto del absentismo, en Secundaria, pese a registrars­e un mayor número de casos (16.005 en toda Andalucía durante el primer trimestre), debe advertirse que esta cifra se ha reducido de forma considerab­le respecto al mismo periodo del curso 2019/20, cuando tal volumen alcanzó los 23.569 protocolos. ¿A qué se debe esta disminució­n en un curso tan complicado? Primero a que, como se indicó antes, hay un menor número de estudiante­s vulnerable­s al coronaviru­s, y segundo, a la adopción de una organizaci­ón curricular más f lexible por parte de los institutos, que en los últimos cursos de la ESO han desarrolla­do en muchos casos el modelo semipresen­cial, lo que evita en gran medida que los alumnos falten a clase.

Debe tenerse en cuenta que buena parte de los protocolos activados (no en los casos en los que se ha demostrado que el alumno es vulnerable al Covid) se han quedado en la primera fase, es decir, antes de que llegue a la Fiscalía de Menores. A este respecto, Imbroda aclaró que la mayoría se ha resuelto después de que los tutores y los responsabl­es de los centros se hayan puesto en contacto con las familias y les hayan convencido de que los colegios son entornos seguros frente al coronaviru­s. Los casos que aún persisten se intentarán resolver en este segundo trimestre a través de los consejos escolares municipale­s, paso previo a la Fiscalía.

No obstante, desde la consejería se insiste en que los niveles de absentismo en Andalucía resultan “muy bajos” si se compara con el total del alumnado: 27.431 expediente­s (sumados Primaria y ESO) de 1,8 millones de estudiante­s, lo que representa un 1,52%. Según el balance, sólo el 53% de los centros públicos ha elaborado programas concretos para afrontar este fenómeno.

Otro aspecto en el que hizo hincapié el consejero de Educación fue en los resultados académicos de este primer trimestre, que estuvo marcado en su mayor parte por la segunda ola del Covid. Los datos son alentadore­s y, a priori, no se percibe una efecto negativo de la pandemia. Así, el 78,53% del alumnado andaluz de Primaria superó todas las materias, lo

Sólo el 53% de los centros han elaborado programas contra las faltas de asistencia

que supone un incremento de 2,26 puntos respecto al arranque del curso pasado. Los menores con tres o más asignatura­s suspendida­s pasaron de suponer el 9,68% al 9,20% del alumnado de esta etapa, 4.104 menos en números redondos.

En la ESO los estudiante­s con pleno de enseñanzas superadas supusieron 6.167. Aquí también se produjo un incremento (de 1,27 puntos), aunque menor al de los colegios. Este colectivo supone aún menos de la mitad de los alumnos de Secundaria, un 40,47%.

En las etapas posobligat­orias también se registró una importante subida en los matriculad­os que acabaron el trimestre con todo el currículo aprobado. En Bachillera­to el aumento fue de 2.378 alumnos y en la FP, de 3.309. La Consejería de Educación considera que buena parte de este logro obedece a los currículos f lexibles que muchos centros de enseñanza han adoptado ante las especiales circunstan­cias que se están viviendo.

Con la irrupción de la pandemia la primavera pasada también surgió el colectivo de alumnos que se habían quedado desconecta­dos cuando toda la enseñanza se impartió de manera telemática. Este grupo lo conforman 90.882 menores, que han servido de punto de partida para los programas de refuerzo puestos en marcha desde entonces. De ellos, el 19,5% está repitiendo curso actualment­e, al no tener el primer y segundo trimestre del curso pasado aprobados, ya que la Junta decidió que el tercero, debido a la situación de confinamie­nto en el que se había desarrolla­do, sólo serviría para mejorar la calificaci­ón, circunstan­cia que, por otra parte, no se produjo en ninguno de estos casos.

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JUAN AYALA Una maestra recibe a los alumnos en el primer día de clase.

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