Nueva alarma con dos seísmos de magnitud 3
El director de Emergencias señala que la serie sísmica puede continuar
Un terremoto no se puede predecir. Es una máxima irrebatible. Pero sí se puede anticipar la respuesta y los operativos en caso de un seísmo de magnitud mayor de los que se están registrando, una posibilidad que sigue ahí aunque haya disminuido la frecuencia y la intensidad de los temblores. Y ayer fue día de reuniones, entre ellas una telemática con representantes del Ayuntamiento de Granada, Diputación y Subdelegación del Gobierno para coordinar una respuesta al enjambre sísmico.
El director general de Protección Civil y Emergencias del Ministerio del Interior, Leonardo Marcos, visitó también ayer las zonas afectadas y, de acuerdo al criterio de asesores científicos, señaló que el episodio sísmico que afecta a Granada está “disminuyendo en cuanto a frecuencia e intensidad” aunque no pueda darse aún por terminado. Marcos aseguró que “todavía es pronto” para cuantificar el impacto económico porque la serie sísmica no ha finalizado.
El director general, que se reunió con la subdelegada del Gobierno, Inmaculada López Calahorro, trasladó un “mensaje de tranquilidad” a la población y señaló que el sistema nacional de Protección Civil está preparado desde hace años en la planificación ante el riesgo sísmico. Según Briones, desde el servicio de Emergencias 112 Andalucía este episodio sísmico ha supuesto 1.125 llamadas, que han conllevado la gestión de 330 emergencias y 178 incidencias relacionadas con caída de paramentos, desprendimientos y grietas, sin que haya que lamentar daños personales, salvo los ocasionados a un hombre el sábado 23 por la caída de parte de una chimenea en Atarfe.
El presidente de la Diputación de Granada, José Entrena, visitó ayer también los municipios de Santa Fe, Chauchina y Atarfe, donde informó que la institución está ya proporcionando asistencia técnica para actuar en espacios e instalaciones públicas y edificios municipales que han resultado dañados tras los últimos terremotos.
El presidente señaló que es “fundamental” que todas las administraciones intervengan para dar respuesta a esta situación. En este sentido, propuso la creación de una comisión junto al Gobierno de España, la Junta de Andalucía, los ayuntamientos y otros organismos, para ir resolviendo caso a caso las reclamaciones que están llegando.
Igualmente, Entrena aseguró que la Diputación ha estado, “desde el primer seísmo significativo”, en contacto con los alcaldes y alcaldesas, y ha puesto en valor el papel de los regidores municipales “cuando se ha producido una situación difícil como esta, como se ha demostrado durante toda la pandemia”.
El alcalde de Santa Fe hizo un llamamiento a las diferentes administraciones públicas para que en los próximos días “también visiten Santa Fe y vean el estado en que se encuentra la ciudad”. Gil insistió en que después de realizar las valoraciones por parte de los servicios técnicos, “ahora corresponde llevar a cabo actuaciones”, y se refirió la “intranquilidad y desasosiego” que está sufriendo buena parte de la población. “Ahora toca auxiliar a los vecinos y vecinas, porque son muchas las reclamaciones que han entrado en el ayuntamiento, y hay familias con miedo a dormir en sus casas del centro histórico”, ha señalado el alcalde, que ha subrayado que las administraciones “deben ser ágiles”.
Por su parte, la alcaldesa de Chauchina, Marina Martín, explicó que el municipio ha sufrido problemas estructurales en algunos edificios y grietas, y que incluso una casa abandonada se derrumbó tras los seísmos. También se han encontrado daños en la Torre de Roma, en la pedanía de la Romilla, una construcción nazarí del siglo XIV que se encuentra en el término municipal, y que presenta una grieta.
Por último, el alcalde de Atarfe informó que tanto los técnicos de Diputación como los peritos del consorcio de seguros están trabajando ya sobre el terreno. En relación a las consecuencias de los seísmos, el alcalde se refirió a daños en la piscina, colegios y en algunas viviendas.