Un vecino de Cádiz con una larga enfermedad hepática
Rafael R. F., el hombre que provocó el incendio en el Hospital Puerta del Mar de Cádiz y que pudo acabar en una desgracia, lleva años luchando contra una enfermedad hepática que le provoca encefalopatías graves. Este hombre, vecino de una calle cercana al estadio Ramón de Carranza, ha sufrido más de un episodio grave que le hace perder la conciencia de la realidad. Los hechos de los que la Fiscalía puede acusarlo son considerados muy graves, aunque, una vez presentados los informes oportunos, habrá que tener en cuenta que se trata de un enfermo. El presunto pirómano vive solo, arrastra problemas hepáticos provocados por el continuado consumo de alcohol durante los últimos 20 años, sufrió una recaída en el último año que obligó a su ingreso en el hospital gaditano. Hubo la posibilidad de realizarle un trasplante de hígado en Córdoba, trasplante que fue rechazado finalmente por su adicción al alcohol. El 30 de enero llegó al hospital con una nueva crisis y deterioro de su estado. Tras realizarle una PCR dio positivo por Covid-19, por lo que se le internó en la zona de digestivos para pacientes con coronavirus, adonde permaneció hasta la tarde-noche del miércoles, cuando cogió un mechero y le prendió fuego a su habitación, aprovechando el gel hidroalcohólico como acelerador de la combustión.