Birmania aviva la represión contra el movimiento de desobediencia civil
Los policías y militares tendrán carta blanca para pedir datos de ciudadanos a las operadoras de internet
La junta militar birmana aumentó la represión contra el movimiento de desobediencia civil, que ayer prosiguió con las movilizaciones y paros en gran parte del país para oponerse a la toma del poder por los uniformados. Las autoridades suspendieron los artículos 5, 7 y 8 de la Ley de Protección de la Seguridad y la Privacidad de los Ciudadanos, que exige una orden para poder detener a alguien y retenerlo más de 24 horas, entre otras garantías legales, según informó el medio castrense True News Unit.
A partir de ahora, los policías y militares tampoco necesitarán órdenes para realizar registros, al tiempo que tendrán carta blanca para interrumpir las comunicaciones de los ciudadanos y pedir sus datos a las operadoras de internet. Estas medidas dan cobertura legal a las prácticas de represión como las detenciones arbitrarias y los cortes de internet realizados desde el golpe del pasado 1 de febrero encabezado por el jefe del Ejército, el general Min Aung Hlaing.
Por otra parte, las autoridades también exigirán que los ciudadanos tengan que informar de los invitados que pasen la noche en sus hogares con el fin de localizar de manera más fácil a disidentes y simpatizantes de las protestas.
En medio de este ambiente de recorte de libertades y tras una nueva jornada de protestas, el Ejército desplegó anoche tanques en el centro de Rangún.
Algunas embajadas en Birmania, como la de EEUU y España, advirtieron a sus ciudadanos de que permanezcan en sus domicilios. “Hay indicios de movimientos de militares en Rangún y la posibilidad de interrupciones de las telecomunicaciones”, señaló la legación estadounidense en Birmania.