Adiós a las cabinas tras 93 años funcionando
Con un promedio de una llamada semanal y un uso que se diluye año a año, las 14.824 cabinas de teléfonos desplegadas por toda España dejarán de ser un servicio universal obligatorio a la vuelta del verano, siete años antes de cumplir su primer centenario, en 2028.
A partir de que se apruebe la nueva Ley de Telecomunicaciones, “en septiembre u octubre”, tanto cabinas como guías de teléfono dejarán de ser consideradas como un servicio universal obligatorio, aunque “se mantendrán seguramente” en funcionamiento hasta el 31 de diciembre, asegura el secretario de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales, Roberto Sánchez.
Telefónica es el operador que está obligado a mantener este servicio tras un concurso convocado por el Ministerio de Asuntos
Económicos y de Transformación Digital y que habitualmente queda desierto. Ningún operador puja por este servicio. La última adjudicación se produjo hace dos años, en diciembre de 2019, y expirará el 31 de diciembre de 2021. “Lo que no se hará será renovar”, explica el secretario.
Telefónica no desvela sus planes de desmantelamiento de las cabinas, aunque recuerda un proyecto piloto que está llevando a cabo en Andalucía, donde estas estructuras se usan como puntos de recarga o de información turística. De momento, no desvela si este será su futuro.
Según datos facilitados por Telefónica, en España, al cierre de 2020, había 14.824 cabinas de teléfono, que registraron una media 0,17 llamadas al día, lo que quiere decir una llamada semanal de promedio.
Para hacerse una idea del declive, las 0,17 llamadas al día suponen reducir a más de la mitad la media que se había registrado hace poco más de dos años, y que ya era baja: 0,37 llamadas al día, es decir, un uso cada tres días, según datos de Telefónica.
La irrupción de la telefonía móvil ha sido la causa principal de la caída en desuso de estas estructuras. Ya en 2006, se registraron más líneas de teléfonos móviles que habitantes. De hecho, más del 88% de la población reconoce no haber usado nunca una cabina, que hace muchos años desaparecieron en países vecinos a España.