La capital regulará los expositores de los comercios turísticos
El gobierno recupera la iniciativa de regularizar los mostradores de artículos en bazares y tiendas de souvenir Empieza en Gomérez, Calderería y Alcaicería
La exposición de artículos de comercios turísticos invade en muchos casos calles y fachadas de edificios dejando imágenes de espacios saturados y sin control. De ahí que ya desde el mandato anterior del PSOE se trabajara con el Centro Comercial Abierto para regular los expositores de estos negocios (en aquel momento, principalmente por las quejas en la Calderería) y homogeneizar tanto su imagen como su ubicación para no dañar las fachadas.
Ese proyecto no se llegó a extender y ahora se ha “retomado y perfeccionado” dando lugar ya a una normativa que está en fase informativa para unificar y regular estos expositores, de forma que ya se ha fijado el modelo por parte de los técnicos, su ubicación y las calles a regular.
Una normativa de la que ayer se informó en Comisión Municipal de Movilidad, Protección Ciudadana y Ocupación de Vía Pública.
Según el concejal del área, César Díaz, este proyecto “entró en una fase en la que no avanzaba y ahora le hemos dado el impulso definitivo”.
En el proyecto se fijan los criterios que tendrán estos expositores, que serán de hierro y con una celosía “tipo Alhambra” que permitirán plegarse en la propia fachada de forma que no se ‘coman’ mucha calle y tampoco ocupen más de la superficie de la fachada de cada negocio.
La normativa entrará en un periodo de exposición de un mes para alegación de ciudadanos o profesionales y se elevará también a Comisión de Urbanismo.
“La falta de normativa al respecto ha evitado que se pueda hacer por parte de los estos comercios una inversión para dotarse de las medidas para ordenar los productos”, explicó Díaz.
Los negocios a los que afectarán son a los turísticos con artículos como souvenirs o artesanía.
El proyecto se ha realizado en principio para tres áreas de la ciudad con mayor proliferación de estos negocios: Calderería, Cuesta de Gomérez y Alcaicería. Esta última tiene unas especificidades propias por el poco espacio de fachada y la estrechez de las vías.
Esta nueva celosía “tipo Alhambra” irá en el color de cada fachada para que “no colisione” con la estética de los inmuebles y estarán limitadas a la fachada del edificio que ocupe. Así, tendrán una anchura de 15 centímetros y ocuparán el 80% de la altura de acceso al local.
“Nuestra intención es dar un periodo después de margen para adaptarse y que el 1 de enero de 2022 todos los comercios lo tengan”, matizó Díaz, que adelantó que no van a limitar estas exigencias estéticas sólo a las calles con bazares o souvenirs, sino que es “importante que se aplique a toda la ciudad”. “Me comprometo a regular las mesas expositoras también de negocios como fruterías o f loristerías para que también puedan sacar a la fachada sus productos en unas condiciones concretas. Es el momento de ayudar al sector y esto puede dar facilidad para exhibir la mercancía con orden”.
También contemplan el uso de delegados comerciales por zonas para su difusión.
El objetivo es conseguir un equilibrio entre la exposición de los objetos y el orden en la vía pública así como la afectación al patrimonio ya que en la actualidad en muchas ocasiones se están dañando las fachadas y la imagen no es la mejor en zonas turísticas con mucha variedad de técnicas y modelos de exposición.
Tras conocerlo, la concejal de Vox Beatriz Sánchez pidió que se extienda también la norma a otras zonas de la ciudad ya que la iniciativa es positiva. La concejal del PSOE Raquel Ruz recordó que fue el gobierno socialista el que inició esta intención de controlar el “desmadre” en la ocupación de la vía pública con estos expositores y pidió que se abra también a la participación de los vecinos.
Díaz matizó que se trata de un expediente informativo y que una vez se reciban las alegaciones volverá el expediente a la comisión para iniciar el procedimiento administrativo para su entrada en vigor como normativa que regulará esta actividad y ocupación.
La normativa, en fase informativa aún, quiere estar totalmente implantada en 2022