NUEVOS PASAPORTES
LA UE está preparando un nuevo pasaporte, el pasaporte Covid-19, para que las personas vacunadas puedan moverse por el territorio común europeo para fomentar así un crecimiento de la economía, sobre todo en base al turismo y el ocio típicos en época estival.
Es una idea interesante no exenta de aristas pues, al margen de que cabe pensar en la posibilidad de aprovechar la existencia de inmunidad en millones de personas que probablemente estarán vacunadas en los próximos meses, se abren interrogantes en relación a la eventual discriminación en los derechos de las personas no vacunadas.
Puede haber personas vacunadas por haber rechazado vacunarse en el legítimo derecho de hacerlo dado que no es obligatoria la vacunación; puede haber personas no vacunadas por no haber sido citadas aún al no formar parte de los grupos priorizados o puede haber personas no vacunadas por contraindicaciones médicas. En todos los casos hay que buscar mecanismos que protejan sus derechos. Uno de ellos puede ser la exigencia de PCR negativa para el desplazamiento por el territorio de la UE.
La idea del pasaporte Covid es interesante, pero no está exenta de aristas, por ejemplo los derechos de los no vacunados
Por otra parte, tampoco debe olvidarse que si no hay garantías absolutas de privacidad y confidencialidad con la información de cada persona, el riesgo de estigmatizar y discriminar a las personas no vacunadas respecto a las vacunadas puede tener consecuencias laborales, psicológicas y sociales que hay que evitar sin discusión alguna.
Estamos en tiempos raros en los que se acepta casi sin discusión la limitación a libertades individuales en beneficio del bien común que, en el caso de la pandemia, se identifica con los objetivos de salud pública. Pero en cualquier caso, hay que seguir muy atentos a no perder innecesariamente determinados derechos cuando se diseñan medidas de esta naturaleza.
El pasaporte Covid-19 que se está diseñando requiere atender los derechos de los no vacunados para que pueda conseguirse el objetivo de reactivar la economía sin discriminar a nadie, puesto que puede haber soluciones para ello. Esperemos un buen planteamiento por parte de las autoridades europeas para que esta buena idea acabe en un resultado positivo. Eso sí, y que se pueda aplicar porque realmente haya muchos millones de personas vacunadas.