Un año de lucha contra la pandemia en Vithas Granada
El centro de la capital ha peleado codo con codo con la sanidad pública
para frenar el avance de la Covid-19
JOSÉ Luis Salcedo se incorporó a la Gerencia de Vithas Granada el mismo día en el que el estado de alarma entraba en vigor en España, el 14 de marzo de 2020. Ahora, un año después hace balance de lo que ha supuesto la lucha contra la Covid-19 desde la sanidad privada, el otro remo del barco que ha navegado sobre las distintas olas de esta pandemia.
Salcedo reconoce que ha vivido este año “con mucha intensidad”, aunque puntualiza que esa sensación “ha sido algo común para todos los ciudadanos”. De los más de 365 días que lleva en el cargo, el gerente considera que, sin duda, los inicios fueron los más complicados, pues “el desconocimiento era muy grande y la incertidumbre absoluta, por lo que la toma de decisiones se hacía especialmente complicada”. Pero pese a esa incertidumbre, Salcedo admite que “en un momento de excepcionalidad”, como el que se vivió sobre todo en marzo del año pasado, no queda más remedio que “poner todos nuestros dispositivos asistenciales a las órdenes de la autoridad sanitaria, facilitando la coordinación” con la sanidad pública, concretamente con la delegación de Salud de Granada.
Precisamente, dentro de esos “dispositivos asistenciales” a los que se refiere Salcedo se encuentran los profesionales del hospital Vithas, en la ciudad nazarí, que sumaron sus esfuerzos a los profesionales públicos para contener el avance de la pandemia. Uno de ellos es José Martos López, responsable de UCI del hospital granadino. Para él, ha sido “un año duro, más duro de lo que al principio de la primera ola podíamos pensar”.
Para ejemplificar esa dureza, Martos pone como ejemplo su trabajo: “En la UCI estamos acostumbrados a ver enfermos críticos, graves, que incluso necesitan conectarse a un ventilador, pero de pronto hemos tenido que aprender a atender múltiples ingresos a la vez”.
En su repaso del año, Salcedo pone énfasis en esa carga, de trabajo y mental, que han sufrido los trabajadores de su centro, por eso admite que el personal se es encuentra muy cansado sobre todo mentalmente, al haber realizado “un esfuerzo inmenso durante mucho tiempo, a la vez que también nos veíamos afectados por la enfermedad. Muchos compañeros han sufrido y vivido situaciones muy dramáticas”.
Una carga que no solo han soportado los profesionales sanitarios, también los ‘soldados rasos’ como es el caso del personal de admisión, que tuvieron que atender a los pacientes que llegaban a las instalaciones del centro privado sin la preparación emocional que tienen los sanitarios. Un ejemplo de esta situación lo
El nuevo gerente asegura que los trabajadores han asumido una mayor carga
laboral este año
Los profesionales sanitarios
tuvieron que afrontar también cómo tratar con los enfermos a nivel emocional
da Víctor Juárez, para él, en los primeros compases de la pandemia se vivieron “momentos de incertidumbre, incluso de miedo”, ya que la falta de información hacía que todo fuese desconocido y “dramático”.
A todo ello, Juárez suma la “huella emocional” de la pandemia, ya que querían ayudar “en la medida de lo posible tanto a pacientes como a familiares”, pero había ciertas medidas que habían que cumplir “por ejemplo que los enfermos estuvieran solos”, y eso hacía más duro si cabe su trabajo.
En el mismo sentido se pronuncia Martos cuando recuerda ver cómo los pacientes se
“dormían llorando porque no sabían si iban a despertar, a informar a las familias por teléfono sin la cercanía que se requiere para dar una mala noticia y en algunos casos, incluso para comunicar la pérdida de su ser querido”.
Pero no quedó otro remedio que seguir adelante y adaptarse a la situación, como afirma Miguel Peña, coordinador de Enfermería en Urgencias. Para él, todo evolucionó muy rápido y “se fueron adaptando casi a diario tanto protocolos como medidas de seguridad” y asegura que los profesionales de la sanidad privada “demostraron desde el inicio su compromiso y empatizaron tanto con pacientes, como con familiares”. Una actitud que el director médico de Vithas Granada, Emilio Fajardo, resume en una única palabra “resiliencia”, que él mismo traduce, porque las situaciones difíciles nos hace más fuertes.
El trabajo de los sanitarios, ya sean de la pública o privada, ha sido fundamental para doblegar, una tras otra, las distintas olas de la Covid-19, por eso Salcedo responde que lo que ha aprendido en su primer año al frente de Vithas ha sido que “hay que confiar en los buenos profesionales”, a los que él mismo considera un “un lujo de fortaleza, conocimiento y coherencia en los momentos más difíciles”.
Un agradecimiento a los profesionales que también quiere profesar Miguel Peña, quien asegura que “me llena de orgullo contar con profesionales de la talla del equipo humano de urgencias”.
José Luis Salcedo se encuentra ya inmerso en su segundo año al frente de la gerencia de Vithas Granada, con la tercera ola en retirada y con la cuarta en el horizonte, por lo que pide a la población “que no tenga prisa” y que entienda “que determinadas medidas impuestas en los hospitales generan incomodidad, pero se implantan por seguridad”.
Los trabajadores del hospital hacen también gala de esa paciencia. Por ejemplo Miguel Peña quien asegura que la experiencia de este año les ha servido para “estar más preparados y afrontar con más seguridad y calma” lo que vendrá, aunque puntualiza que “a día de hoy” se encuentran “más cansados”.
Con más o menos cansancio, el sector privado seguirá luchando, codo a codo con el público, en lo que reste de pandemia, porque como reconoce Salcedo, “está en nuestras manos cuidar de la vida de las personas. La enfermedad no diferencia entre pacientes públicos o privados, hospitales públicos o privados. El virus atacaba y sigue atacando igual a unos y a otros, y los profesionales luchan con las mismas ganas y la misma intensidad”.