Los universitarios piden flexibilidad para volver a las clases
● La DGE insta a regular los casos en los que el alumnado no pueda ir a las clases presenciales por la situación de pandemia
La Delegación General de Estudiantes (DGE) de la Universidad de Granada (UGR) mostró ayer su “descontento” con la decisión de regresar al modelo híbrido con el que se inició el curso a partir del 12 de abril, tal y como establece la última resolución de la rectora, hecha pública el pasado martes. En septiembre la Universidad abrió sus aulas bajo un sistema de docencia semipresencial. El 14 de octubre la Junta determinó el paso de la docencia teórica a un escenario online y desde entonces únicamente son presenciales las prácticas experimentales y de laboratorio, las asignaturas de Practicum o Prácticas Externas, las prácticas de campo, las prácticas clínicas en centros del Sistema Sanitario Público de Andalucía. Ahora, la UGR prevé volver al modelo mixto (presencial y online) a partir del 12 de abril, día en el que también entrará en funcionamiento el servicio de comedores, bibliotecas y salas de estudio de los centros con las limitaciones de aforo.
Según el coordinador general de la DGE, Javier Torres, los estudiantes ya han manifestado su interés por regresar a las aulas, pero bajo unas “condiciones” y mediante acuerdos. Así, Torres defendió que sean los centros los que determinen el mejor modelo de docencia. Sobre la resolución, el coordinador general expresó que “lo que más nos extraña es el ‘se procurará’” en relación a mantener la máxima flexibilidad para aquellos estudiantes que no puedan incorporarse a la docencia presencial. Según deduce, esa fórmula no establece ningún tipo de obligación por parte del profesorado para atender los distintos casos que pueden darse entre el estudiantado.
Dentro de la UGR sólo en estudios de grado hay 45.500 estudiantes matriculados, de los que unos 25.000 son de otras provincias y 3.700 extranjeros, según los datos de la última memoria anual. “Esperamos que se detalle y desarrolle un protocolo de incidencias” para evitar posibles problemas a estudiantes que no puedan regresar a Granada para finalizar el curso de forma híbrida, explicó Torres.
De cara a la planificación del curso que viene, desde la DGE se pidió a la Universidad certidumbre. “Si empezamos de una manera, que terminemos de la misma manera”.