El control del aforo dentro de los templos será de las hermandades
● Serán las que tomen la decisión de cerrarlos en caso de aglomeraciones
El Ayuntamiento de Granada, Junta de Andalucía y Subdelegación del Gobierno celebraron el jueves Junta Local de Seguridad para definir el plan de seguridad de esta Semana Santa. Y aunque no será el tradicional Plan Parihuela, dado que no se realizarán estaciones de penitencia y por tanto no hay tampoco cortes de calles, desvío de transporte o vigilancia sanitaria, sí que se mantiene el dispositivo policial pero en esta ocasión, por la pandemia, dedicado a otra función: controlar que no se produzcan aglomeraciones en templos, vigilar las zonas de copas, controlar los aforos y horarios en restauración e impedir botellones en plazas y miradores.
Según el concejal de Seguridad, César Díaz, serán entre 200 y 300 agentes de Policía Local, Nacional y Autonómica diarios para esa previsible mayor af luencia de personas en templos ante los actos de veneración que celebrarán las hermandades dentro de las iglesias en sustitución de las salidas penitenciales en las calles de la ciudad.
Del Cuerpo Nacional de Policía se destinarán unos 90 agentes diarios de la unidad UPR y de la de Intervención. “Atenderán los cierres perimetrales de la ciudad, especialmente las estaciones de autobús y tren, vigilarán que no se produzcan botellones, el cumplimiento de los cierres de los establecimientos de hostelería, el control de aforo en los mismos y los miradores del Albaicín”, informó Díaz.
En cuanto a Policía Local, serán de 90 a 168 agentes diarios (según la jornada) y están activos desde el jueves hasta el Domingo de Resurrección. “Tendrán una presencia estratégica en miradores, las zonas de especial af luencia como calle Moras, Plaza de la Mariana, Ganivet, Carrera del Darro o el Realejo”. Además, habrá policía de paisano “para el control de aforos de los establecimientos”.
La Policía Autonómica tendrá entre seis y ocho agentes diarios en diferentes enclaves en el Realejo.
Dentro de este plan, la Guardia Civil se encargará del control de acceso en la GR-30, la circunvalación para los accesos a Granada.
La vigilancia de los templos tendrá una doble vertiente. El control interior, que correrá a cargo de las hermandades, y el exterior, que estará vigilado por agentes de Policía Local, Nacional y Autonómica. “Tenemos el compromiso de las hermandades de que controlarán sus aforos con personal propio. Cada hermandad ha comunicado los horarios de mayor
af luencia, la ubicación, para que se garanticen las normas de seguridad”, explicó Díaz, que realizó de nuevo un “llamamiento a la prudencia” porque “estamos en una situación preocupante y hay que preservar las tradiciones y la economía pero sin que siga avanzando el virus”.
Preguntado sobre si ante aglomeraciones en templos la Policía podría ordenar incluso su cierre, como ya se ha aprobado en ciudades como Sevilla, donde los agentes tendrán esta autorización en caso de que se incumplan las normas, Díaz informó que cada hermandad ha determinado sus aforos máximos con los metros de sus templos y que fuera sí habrá policía, pero que la decisión de cerrar no es de la Policía sino de cada hermandad, que si lo considera necesario por no poder garantizar la seguridad, podría hacerlo”.
Así, la decisión de cerrar templos (temporalmente o no) ante posibles aglomeraciones, superaciones de aforo o incumplimiento de medidas, no será de la Policía sino de las propias hermandades.
“Dentro de los templos la seguridad y el cumplimiento de medidas correrá a cargo de cada hermandad y algunas han contratado incluso vigilancia privada. En el exterior sí habrá Policía Nacional, Local y Autonómica. Cada hermandad ha determinado su aforo, puertas y entradas y de salida, y aseguran que se van a garantizar la distancia de seguridad, el uso de mascarillas y el número de personas en el interior”, explicó el concejal de Seguridad, que insistió en que “si la propia hermandad lo considera porque no pueda controlar el aforo, podría hacerse, pero la decisión no es de la Policía”.
En Sevilla, la orden del Cecop es que “en caso de que la Policía Local y/o la Policía Nacional detecten situaciones que pueden incumplir la normativa o que pongan en riesgo la salud en el entorno de los templos se podrá ordenar el cierre de la iglesia durante el tiempo necesario hasta que se pueda recuperar la normalidad en el exterior”.
En este punto cabe recordar el episodio vivido el año pasado, en pleno estado de alarma y confinamiento, cuando la Policía Nacional entró en la Catedral de Granada y desalojó la celebración de los of icios del Viernes Santo.