El TC alemán congela la ratificación del plan europeo de ayudas del Covid
Admite un recurso contra los fondos y amenaza con retrasar la entrega de los 750.000 millones
El Tribunal Constitucional (TC) alemán dejó ayer en suspenso la ratificación del plan de recuperación pospandemia de la Unión Europea, en respuesta a una demanda presentada por el procedimiento de urgencia contra la participación alemana en la deuda común. La decisión del TC implica que el presidente del país, Frank-Walter Steinmeier, no puede suscribir la ley, previamente aprobada tanto por la Cámara baja como la alta (Bundestag y Bundesrat) del Parlamento federal.
El veredicto afecta al proceso de ratificación por parte e Alemania del paquete presupuestario de la UE hasta 2017, que incluye los 750.000 millones de euros destinados al fondo de recuperación pospandemia. Con ello queda congelado ese procedimiento, a la espera de que el TC evalúe la correspondiente demanda y emita una decisión.
Este paquete financiero incluía, además de un presupuesto plurianual comunitario, un programa de reconstrucción consistente no sólo en préstamos, sino también en ayudas financieras no reembolsables. Esto significa que, por primera vez, la UE contrae deudas conjuntamente, algo que durante años Alemania rechazó.
Una parte del dinero (312.500 millones) se transferirá en forma de subvenciones , sobre todo a los países más impactados. Es precisamente este planteamiento de financiación de deudas de los países europeos lo que cuestionan los promotores del recurso ante la corte constitucional alemana.
El acuerdo final se logró tras una compleja negociación, durante la presidencia de turno alemana comunitaria, la última bajo el liderazgo de la canciller Angela Merkel. La aprobación definitiva pasó por varias fases de fuertes tensiones entre los estados miembros hasta lograr un consenso calificado de histórico.
Este retraso es un duro golpe para el Gobierno de Merkel, que siempre apoyó este fondo, sumándose entre otros a Francia, Italia y España, con lo que puso fin a un tabú en su propio país.
La demanda por el procedimiento de urgencia fue presentada por un grupo de economistas en torno al político Bernd Lucke, ex líder de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD). Lucke fundó esa formación en 2013, entonces como partido eminentemente euroescéptico.
Lo abandonó poco después, cuando la formación dio un giro claramente xenófobo, tras lo cual ha impulsado sucesivos partidos minoritarios. Desde estos grupos, como otras organizaciones afines, se impulsaron en el pasado otras demandas parecidas contra paquetes de rescate, en medio de la crisis del euro, que obstaculizaron sin llegar a bloquearlos.
Preocupa en Alemania, igualmente, el incremento de casos de coronavirus en las últimas semanas. El presidente del Instituto Robert Koch (RKI), Lothar Wieler, advirtió ayer de que la próxima será peor que las anteriores y que la única opción de romperla es reducir los contactos al mínimo. Afirmó en una rueda de prensa que “hay señales claras de que la tercera ola será peor todavía que las dos primeras” y que “todos los indicadores apuntan a que la situación en las próximas semanas empeorará”. Se refirió al rápido aumento de la incidencia semanal por cada 100.000 habitantes, de 70 hace dos semanas a 119,1 ayer, a la “vertiginosa” subida de nuevos contagios (21.573 en las últimas 24 horas, lo que supone algo más de 4.000 más que el pasado viernes) y al previsible crecimiento también de la cifra de muertos. Wieler señaló que Alemania está al inicio de una ola que ya es inevitable, pero que “hay que tratar de mitigar” y subrayó que “la dura medida de reducir contactos es la única opción” de romperla.
En tanto, el ministro de Sanidad, Jens Spahn, advirtió de que hay que contar con una cifra elevada de nuevos contagios como en invierno y de nuevo con un mayor número de muertos.
El prestigioso RKI avisa de que la nueva ola de contagios será peor que las anteriores