Astrazeneca desluce el inicio del plan de desescalada británico
● Johnson evalúa el retorno de los vuelos internacionales ● Inquietud por los 7 muertos por trombos inoculados con el suero de Oxford
El Reino Unido cierra su primera semana de la desescalada, con los números de contagios y muertes controlados, y evalúa el retorno de los vuelos internacionales y apunta al 12 de abril como próximo jalón en la reapertura paulatina del país. El Gobierno elabora un plan para autorizar otra vez los viajes al extranjero –no antes del 17 de mayo–, ya que actualmente es ilegal marcharse de vacaciones fuera de las fronteras británicas.
Según varios medios, los vuelos al extranjero estarán sujetos a un sistema de “semáforos”, por el que cada país estará catalogado en rojo, amarillo o verde, en virtud del riesgo de contagios y el estado de las vacunaciones en esos destinos.
Además, antes de volver al Reino Unido, todos los ciudadanos tendrán que hacerse una prueba de Covid-19 aun si han sido vacunados, aunque habrá menos exigencias en el caso de las personas que han recibido las dos dosis. Aunque se les exigirá el test, los vacunados no tendrán que hacer cuarentena si proceden de países incluidos en las colores verde y amarillo.
El Reino Unido está vacunando con los preparados de Oxford/Astrazeneca y BionTech/Pfizer y la mitad de la población adulta ya ha recibido al menos la primera dosis. Según las últimas cifras oficiales, 31.301.267 personas han recibido la primera dosis y 4.948.635 la segunda.
A medida que avanza este plan de inmunización, los contagios y las muertes van en descenso. El Gobierno comunicó el viernes 52 muertes y 3.402 contagios, una fuerte caída frente a la situación sanitaria de principios de año.
Sí ha generado inquietud que siete personas hayan muerto en el Reino Unido a causa de unos raros coágulos de sangre después de recibir la vacuna de Astrazeneca, según pudo saber ayer la BBC. La Agencia Reguladora de Medicinas y Cuidados para la Salud (MHRA, en inglés) señaló que identificaron 30 casos de unos raros coágulos de sangre entre los 18,1 millones de vacunados con ese preparado hasta finales de marzo. Ese organismo regulador puntualizó, no obstante, que los riesgos asociados a estos coágulos son “muy pequeños” y que la población debería aceptar la vacuna cuando sea ofrecida por la Sanidad.
De los 30 incidentes, 22 corresponden a trombos cerebrales venosos y ocho a otros problemas relacionados con la coagulación de sangre con bajas plaquetas.
Esta información sale a la luz después de que Alemania decidiera suspender el uso de Astrazeneca para los menores de 60 años ante el temor de un posible vínculo con coágulos, medida que también tomó el pasado viernes el Gobierno de Países Bajos.