La generación de hijos de...
Rocío Carrasco pertenece a un clan de famosos desde la cuna en el que también figuran Kiko Rivera, Andrea Janeiro y Alba Díaz, entre otros
En marzo se acaban de cumplir trece años del final de Aquí hay tomate, el programa del corazón de Telecinco que, a pesar de estar en emisión sólo cinco años, supuso un antes y un después en el tratamiento de las noticias sobre los famosos. En este espacio Jorge Javier Vázquez y Carmen Alcayde comentaban con tono sarcástico las vidas de nuestras celebrities, y los reporteros no se cortaban a la hora de poner un micrófono para hacerse con las tan ansiadas declaraciones del personaje del momento. Fue una etapa agridulce, de boom del mundo del cuore, al mismo tiempo de que se abrió la veda del ‘todo vale’. Pepe Navarro, la duquesa de Alba o Nati Abascal fueron objeto de ‘tomatadas’ y, lejos de esconder la orejas, sacaron los dientes y llevaron a los responsables del programa de Telecinco delante del juez. En esa época explotó el fenómeno de ‘hijos de...’. Rocío Carrasco llevaba unos años divorciada de Antonio David Flores. A Andrea Janeiro le cayó la lapidaria frase de ‘Andreíta, cómete el pollo’. La persecución a Ana Obregón y a su hijo, el tristemente fallecido Álex Lequio, en el Tomate y sus ‘herma
nos’ menores ( Qué me dices, La Noria, Tómbola) aceleró la normativa sobre la ley del Menor en España.
Pocos se percataban a mediados de los 90 y principios de 2000 que este tipo de periodismo, sin límites ni escrúpulos, estaba arrebatando parte de la infancia a estos niños, hijos de famosos. La hija de Rocío Jurado y Pedro Carrasco, quien hoy denuncia ser víctima de violencia de género por parte de su ex marido, y filioparental a manos de su hija, es otro más de los muchos ‘juguetes rotos’ que han surgido a la sombra de una dudosa fama que les llegó sin pedirla, desde la propia cuna.
Rocío Carrasco Mohedano vino al mundo el 29 de abril de 1977. “Es lo más grande que hay en el mundo”, dijo La más grande al ver la carita de su hija, la que sería la niña de sus ojos hasta el fallecimiento de la cantante el 1 de junio de 2006 a los 61 años. Mucho ha llovido en estos 43 años de vida de la joven rebelde que un día soñó con ser modelo. La historia de Rociíto (a la que nunca le gustó este apodo) es la de una niña que siempre se vio eclipsada por la figura de la Jurado, una de las mejores artistas que ha dado este país. Desde pequeñita, la joven mostró su carácter fuerte y rebelde, quizás ante las ausencias de su madre, inmersa en numerosos viajes y giras. Sus padres se separaban en 1989, cuando ella tenía 12 años y nada más llegar a la adolescencia, tras terminar tercero de BUP, decidía que su sueño era ser modelo y estudiar Diseño. Luego se empeñó en pasar por el altar con un ex guardia civil recién cumplidos los 18 y todos sabemos qué acabó ocurriendo después. Los hermanos de Rocío, Gloria Camila y José Fernando, también han protagonizado sendas polémicas, sobre todo él, a raíz de supuestas adicciones y afecciones psicológicas.
La otra gran saga famosa en Andalucía, la de los Rivera-Pantoja, tampoco deja de arrojar titulares. Kiko Rivera se encuentra enfrentado públicamente a su madre por la herencia de su padre, Paquirri. Kiko es dj, y su hermana, Isa, también probó suerte en la música, pero una carrera sólida no ha hecho ninguno.
Andrea Janeiro, la única hija de Jesulín de Ubrique y Belén Esteban, mantiene un perfil bajo, a pesar de que su madre trabaja como colaboradora en Sálvame, digno heredero del Tomate. También parecen centradas Alba Díaz, inf luencer e hija de Vicky Martín Berrocal y El Cordobés, y Tana Rivera, única heredera de Francisco Rivera y Eugenia Martínez de Irujo. En el recuerdo, Álex Lequio, quien murió prematuramente a los 27 años siendo un emprendedor nato.