“La pandemia ha supuesto un retroceso de diez años”
El presidente de la Asociación Pro Inteligencia Límite de Granada, con la que colabora la institución provincial, explica las dificultades para trabajar debido al Covid-19
La Asociación Pro Inteligencia Límite de Granada, con sede en la calle Ziries 4 de la capital, es una entidad que lleva trabajando con personas con discapacidad desde hace 23 años. En una época de pandemia, poco a poco va recuperando su actividad gracias, en otros, a un acuerdo de colaboración con la Diputación de Granada para un programa formativo de acceso a la vida laboral en el que la institución provincial aporta 7.500 euros de un total de 11.500 que supone el coste total. Antonio Amador Heredia, su presidente, explica el funcionamiento de esta entidad granadina.
–¿Qué labor realiza la asociación que preside?
–Principalmente nos dedicamos a rescatar a aquellas familias cuyos hijos terminan el periodo escolar y tienen una discapacidad difícilmente detectable porque físicamente no tiene evidencia de ello pero se encuentran con ellos en la casa sin saber qué hacer y sin perspectivas de futuro. Con ellos, lo que hacemos es una serie de actividades formativas y de orientación para tratar que su vida sea lo más íntegra dentro de nuestra sociedad. Hay muchos que se han insertado laboralmente o viven de forma independiente pero siempre con apoyo en ambos ámbitos. Además, asesoramos a las familias porque, en muchas ocasiones, están perdidas y esa es una de las tareas fundamentales que hacemos.
–¿Qué servicios ofrecen?
–Un ejemplo práctico que puede responder a esa pregunta es el convenio que tenemos con la Diputación de Granada de inserción laboral, que incluye una fase formativa para preparar a la persona en concreto de cara al mundo profesional. Debido a las dificultades que ofrece la provincia de Granada, la Diputación nos ha prestado un servicio tremendo por la divulgación que ha hecho de este tipo de discapacidad y los convenios que ha firmado con los distintos ayuntamientos. Además, les enseñamos a desenvolverse en el día a día cuando salen a la calle, cómo se tienen que relacionar con los demás, expresarse adecuadamente… –¿Cómo funciona el convenio que tienen con Diputación?
–Es a nivel de toda la provincia con los ayuntamientos que se adhirieron al programa. La idea era que fueran todos pero nos encontramos con el hándicap que los chicos prefieren quedarse en sus pueblos y no todos los municipios formaron parte del convenio, de forma que cuando había alguna plaza había usuarios que no podían acceder a ella porque no estaba de su municipio por lo que quedaba desierta. Nosotros los formamos, los Ayuntamientos les adaptan el puesto en función del perfil que tengan atendiendo a la discapacidad que tienen y se firma convenios de varios meses para que hagan prácticas. En la capital es más fácil pero es en los pueblos donde tenemos más dificultad, de ahí que la labor de la Diputación sea fundamental y la verdad es que están haciendo una labor estupenda. –Cuando logran que una persona se inserte laboralmente, será un
orgullo para todos los que forman parte de la asociación…
–Por supuesto que lo es porque, además, lo importante es que se sepa que existe una entidad que se llama Inteligencia Límite que no hemos nacido ahora sino que llevamos 23 años empezando con el nombre de Borderline. Es un orgullo que haya gente trabajando no sólo en Diputación sino en la Junta de Andalucía, en hospitales, en el Ayuntamiento de Granada con hasta quince personas que ya son funcionarios... Ha sido una labor
enorme y ver cómo, poco a poco, se han insertado laboralmente es una gran satisfacción. Con aquellos que no lo consiguen tratamos que no pierdan los conocimientos que han adquirido y los reforzamos. –Para desarrollar su labor, ¿con qué profesionales cuentan y con cuantos usuarios trabajan? –Tenemos a nuestro director que es un trabajador social, un pedagogo que lleva la supervisión de la inserción de los usuarios, una psicopedagoga y una trabajadora social. Somos unos 130 socios y usuarios pueden rondar aproximadamente los cien. –En tiempos de pandemia, ¿realizar actividades habrá sido muy complicado?
–Ha supuesto retroceder, para muchos de los usuarios, diez años. Todo el esfuerzo de sacarlos de las casas, de que olviden los miedos y que no pierdan habilidades con el confinamiento y la pandemia en muchos casos se ha agravado. Esta época ha sido fatal porque explicarles que se tienen que quedar en casa no lo entienden. Los que están trabajando lo lleva mejor porque lo ven como algo habitual, pero el que ha estado en su hogar que no tenía más actividad que acudir a la sede para formarse y de buenas a primeras se ha tenido que quedar en casa, formándose pero de otra manera porque no hemos estado parados, lo ha acusado.
–¿Qué recursos económicos tienen?
–Los socios pagamos una cuota que es de 35 euros mensuales y el resto procede de los proyectos que van sacando las Administraciones Públicas, los convenios que firmamos y distintas actividades para recaudar fondos, pero ahora con la pandemia nos está costando mucho más. Con el trabajo que hacemos tenemos la plantilla básica que podemos pagar. Vamos sobreviviendo y eso es lo importante. –¿Cómo se puede colaborar con su asociación?
–En la página web www.inteligencialimitegranada.org contamos con Bizum para todo aquel que quiera colaborar, quiera ser socio o realizar alguna aportación económica.