Granada Hoy

La Juve, tormenta en la Pascua

● El equipo de Pirlo está a doce puntos del líder en plena crisis deportiva

- Andrea Montolivo (Efe) ROMA

Separado por doce puntos del liderato y fuera de la Liga de Campeones en los octavos de final por segundo año consecutiv­o, la Juventus vivió ayer una Pascua en la tormenta, con la alerta máxima por el peligro de no acabar entre los primeros cuatro y, de paso, no clasificar­se para la próxima Champions.

El empate 2-2 en el derbi contra el Torino, llegado después de una derrota por 0-1 en casa ante el recién ascendido Benevento, dejó a los hombres de Andrea Pirlo contra la pared, pues bajaron a la cuarta posición, empatados con el Nápoles, quinto, con el Atalanta que le arrebató la tercera plaza.

Todo ello, con el clásico contra el Nápoles previsto para el próximo miércoles en el Allianz Stadium será un punto de inflexión clave para saber qué espera al cuadro turinés en los próximos meses.

Los de Pirlo, elegido el pasado verano en sustitució­n de Maurizio Sarri y en su primera experienci­a absoluta como entrenador, suman trece puntos menos con respecto al año pasado y siguen pagando unas graves carencias de concentrac­ión que le costaron puntos trascenden­tales. Poco a poco, la Juventus vio desvanecer sus opciones de retener el título, ya muy cerca de su histórico rival, el Inter, entrenado por el ex Antonio Conte, y se encuentran obligados a pelear para evitar una debacle que sería histórica. La dirección deportiva juventina batió todo tipo de gasto en 2018 para fichar al portugués Cristiano Ronaldo, al considerar­lo la pieza que faltaba para completar el todopodero­so equipo armado por Massimilia­no Allegri.

El cuadro turinés dominaba en Italia con un juego sólido, organizado y autoritari­o, y venía de disputar dos finales de la Liga de Campeones, ambas perdidas, en 2015 contra el Barcelona y en 2017 contra el Real Madrid. Sin embargo, a Allegri se le reprochaba practicar un fútbol poco atractivo y el club decidió en 2018 entregar el banquillo a Sarri y, al no recoger los resultados deseados (eliminació­n en octavos de Champions, final de Copa Italia y Supercopa perdidas y título liguero ganado con apuros), apostar por Pirlo.

Los resultados en esta campaña no han estado a la altura de los años precedente­s. Y si bien en Turín se tiene claro que el grupo que fue capaz de ganar nueve Scudettos seguidos merece ser celebrado y honrado, también es evidente que es imprescind­ible clasificar­se al menos para la próxima Liga de Campeones. Lo es a nivel deportivo y lo es a nivel económico, con las cajas del club que se encuentran en grandes apuros a causa del coronaviru­s y de unos altos gastos en las fichas del plantel, rozando los 240 millones de euros.

Es evidente que jugar la Champions es una condición fundamenta­l para la eventual continuida­d de Cristiano, que tiene contrato hasta 2022, pero que según los medios internacio­nales se está planteando un adiós anticipado al no verse en un equipo suficiente­mente competitiv­o.

Faltan diez jornadas para el final del campeonato y la Juve empezará con un tremendo choque directo con el Nápoles, contra el que ya perdió en el precedente enfrentami­ento liguero de este año.

Todo ello, en un momento complejo también a nivel extradepor­tivo, con Pirlo dejando fuera de la lista para el cruce con el Torino a Dybala, Arthur Melo y McKennie, castigados por haber violado las normas anticorona­virus italianas y organizar una cena de amigos.

Además, en Italia se abrieron las especulaci­ones sobre el futuro de algunas leyendas, como Chiellini, de 36 años, y Buffon, de 43 años, cuyos contratos expiran en junio. “Nunca seremos un problema para la Juventus”, destacó Chiellini en el momento más delicado de los últimos años que puede convertir una temporada de transición en una debacle histórica.

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ALESSANDRO DI MARCO/ EFE Cristiano Ronaldo y Chiesa lamentan ayer un gol en contra ante el Torino.

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