Versiones personales
El álbum recoge cinco bellas y personalísimas versiones libres de clásicos literarios, una línea de trabajo en la que el autor sentó cátedra
Alberto Breccia, Norberto Buscaglia. ECC. 64 páginas. 14,95 euros.
En poco más de un año, ECC ha puesto en el mercado cinco títulos del gigante Alberto Breccia (Montevideo, 1919-Buenos Aires, 1993), y es que la editorial se empeña en ser más que la mera licenciataria de DC en castellano. Su catálogo incluye títulos tan apreciables como los de la Colección Jesús Blasco (el padre de la historieta española, creador de personajes inolvidables como Cuto y Anita Diminuta), la magnífica edición del Philémon, de Fred (uno de los grandes títulos de la historia del cómic que permanecía inédito en nuestro idioma), la reciente línea dedicada a Richard Corben (cuyos títulos emblemáticos llevaban demasiado tiempo ausentes de las librerías), la reedición de El artefacto per verso, de Felipe Hernández Cava y Federico del Barrio (una obra maestra que se alzó con los premios al mejor guion y mejor obra en el Salón del Cómic de Barcelona en 1997), la edición integral de El señor Jean, de Phillipe Dupuy y Charles Berberian (serie fundamental de la historieta francobelga de la década de los noventa y principios de este siglo) o una nutrida selección de manga, en la que se presta especial atención a autores del calibre de iconoclastas, rabiosamente contemporáneos, como Suehiro Maruo o Shintaro Kago, pero también a grandes clásicos como Osamu Tezuka o Kazuo Kamimura.
Con respecto a Breccia, la oferta no puede ser más suculenta. Las ediciones de ECC comenzaron con Buscavidas, colaboración entre el genio uruguayo afincado en Argentina y Carlos Trillo, de quienes también publicaron más tarde el noir, borgiano y político, Un tal Daneri, así como las transgresoras e idiosincráticas versiones a color de clásicos de la literatura para niños titulada Había otra vez... El lado oscuro de los cuentos infantiles.
En esta onda del color, en la que Breccia se volcó en la última etapa de su larguísima carrera, se sitúan las delirantes variaciones mudas sobre el mito del vampiro recogidas en ¿Drácula, Dracul, Vlad? ¡Bah...!, y a esta cuerda del color pertenece también el último álbum de Breccia publicado por ECC, la maravillosa recopilación Sueños pesados. El presente álbum forma parte también de la fase crepuscular del artista (y cuando digo crepúsculo uno no debe pensar en el anochecer, sino en un atardecer grandioso), pues recoge historietas del principio de la década de 1980, firmadas con la colaboración, en tres de ellas, del guionista Norberto Buscaglia. Son cinco bellas y personalísimas versiones libres de clásicos literarios, una línea de trabajo en la que Breccia sentó cátedra a lo largo de su carrera y que incluye algunas de las mejores adaptaciones al cómic de la historia del medio (léase Los mitos de Cthulhu o Informe sobre ciegos). Se trata de los relatos La última visita del caballero enfermo, El anciano terrible, Mujima, El extraño caso del doctor Jekyll y Mr. Hide y La noche de Camberwell, o sea, nada menos que Giovanni Papini, H. P. Lovecraft, Lafcadio Hearn, Robert Louis Stevenson y Jean Ray. Todo un espectáculo visual con los mejores cimientos.