Vidas paralelas
SUPERMAN: IDENTIDAD SECRETA
Kurt Busiek, Stuart Immonen. ECC. 208 páginas. 22,50 euros.
En pocas palabras, Identidad secreta es uno de los mejores tebeos de Superman en lo que llevamos de siglo XXI. Cabría argumentar si se trata uno de los mejores tebeos de la historia del personaje, y, de hecho, aparece en todas las listas de estas características que proliferan por internet. Goza de un guion excelente, muy emotivo, característico de la línea Otros mundos, que planteaba historias alternativas de los iconos de DC, si bien no fue publicado dentro de dicho sello. El protagonista es un joven Clark Kent criado en una pequeña localidad de Kansas, pero no es Superman, sino una persona normal en un mundo sin superhéroes. Sus padres, la familia Kent, lo bautizaron Clark como homenaje al Hombre de Acero, que aquí no es más que un personaje ficticio, y el joven ha crecido acostumbrado a la ironía de llamarse igual que uno de los iconos más conocidos de su cultura. De pronto, en un giro inesperado, al joven le van surgiendo inexplicable y progresivamente los poderes del propio Superman, lo que le lleva a plantearse primero su identidad y luego su misión en este mundo realista.
Los cuatro números de la miniserie, cada uno con cerca de cincuenta páginas de extensión, se publicaron originalmente en 2004, fueron saludados como un clásico instantáneo y no han dejado de reeditarse desde entonces. Una buena parte del mérito lo tiene no ya el argumento en sí de la historia, sino la convicción y solidez del trabajo del prestigioso guionista Kurt Busiek, que vuelve a demostrar aquí su amor por el género y por el personaje, haciendo gala de su gusto por las estructuras bien hechas, los ritmos medidos y el cuidado en la caracterización y los diálogos.
La otra parte del mérito es del dibujante Stuart Immonen, que está sencillamente espectacular. Immonen firma lápices, tintas y color, y aporta el necesario realismo a la historia, que se despliega antes nuestros ojos con calma e intensidad. La suma es un tebeo inolvidable y hermoso, así como una poderosa reflexión sobre el corazón y la esencia de Superman.