Granada Hoy

Síntomas de normalizac­ión

● Kerem presenta su disco ‘Cuatro naranjas’, en el que colaboran, entre otros, Diego el Cigala y El Paquete

- J. Vergillos

Flamenco

CUATRO NARANJAS

Kerem. Producido por Juan José Suárez ‘Paquete’. Youkali Music.

En la taranta, Kerem se ofrece en solitario, sin la compañía de los enormes intérprete­s que aparecen en el resto del álbum, para mostrarnos su manera de entender el toque de levante, con sus disonancia­s y trémolos caracterís­ticos. Kerem es un virtuoso íntimo, oriental, al que no le preocupa tanto mostrar sus virtudes, evidentes por otro lado, como trasmitir un mensaje, una forma de entender el flamenco y la música en general. Kerem es un músico social, y este disco es una buena muestra de ello, pero da lo mejor de él mismo en solitario, solo frente a los trastes y las seis cuerdas, escanciand­o unas variacione­s francament­e notables, que lo muestran como un artista singular. Este disco es un síntoma de normalizac­ión del f lamenco, una muestra de su rotunda universali­dad, de que se puede ser un excelso representa­nte de este arte habiendo nacido en Tokio o en Estambul, como es el caso. Kerem dialoga en esta pieza con la tradición, con las contribuci­ones clásicas al toque por levante, desde Montoya a Paco de Lucía. Pero inventa también una nueva forma de entender la taranta. En la hipnótica rueda armónica de la soleá, Kerem presenta un toque aparenteme­nte tradiciona­l pero preñado del espíritu abierto, del lirismo impresioni­sta de la música tradiciona­l de su país,

una superpoten­cia en lo que a solistas de instrument­os de cuerda se refiere. Esta inf luencia no es obvia, pero subyace en toda su música. Kerem es f lamenco al 100% y es también, no deja de ser, porque no quiere ni lo desea, un músico turco. Ése es el prodigio de esta obra: el f lamenco se abre a otros sones, mejor dicho, a otros espíritus musicales, sin dejar de ser él mismo. En la soleá encontramo­s la voz poderosa de El Galli. En la seguiriya las modulacion­es nos asoman a otras posibilida­des, a otros mundos seguiriyer­os posibles. Con la voz de David de la Jacoba. El impulso rítmico no está ausente en esta obra, como no podía ser de otra manera al tratarse de un músico turco y flamenco, pero éste no está reñido con el lirismo, la intimidad, la deliciosa miniatura melódica que a veces estalla en un arcoíris, como en el final de esta pieza.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain