El año que cambió nuestras vidas

Parece que fue ayer. Hace más de un año ya que hemos tenido que aprender a vivir con esta maldita pandemia que nos han cambiado la vida a todos. Desde hace un año nos hemos convertido en médicos, nos hemos tenido que separar tanto de nuestras familias como de nuestros amigos, hemos adoptado nuevos hábitos de vida como el uso de las mascarillas, las distancias de seguridad entre nosotros, no poder trabajar como habitualmente hacíamos e incluso, por desgracia, muchos no hemos vuelto a ello por una de las causas de este bicho, el uso continuo del gel desinfectante, familiarizarnos además con vocablos como confinamiento, estado de alarma, el pico de la curva, negacionistas o vacunas, entre otras muchas palabras desconocidas hasta entonces. Aprendimos a valorar la vida que teníamos, es decir, la famosa “rutina” de la que tanto nos habíamos quejado. No sabemos lo que tenemos.

Esta fatídica situación sirvió para poner de manifiesto lo solidarios que somos los españoles y lo unidos que estamos, saliendo cada día a los balcones para rendir nuestro homenaje a los sanitarios, al personal de los supermercados, a los transportistas, a los farmacéuticos, al personal de mantenimiento, a todos esos héroes que con su trabajo y exponiendo sus vidas nos ayudaron a sobrellevar mejor el día a día. También nos ha hecho reflexionar sobre lo verdaderamente importante que hay en la vida: la salud, estar con los nuestros (familia y amigos) y tener un trabajo. Con la llegada de las vacunas vemos la luz a este año horrible. Espero que sirva para que salgamos ya de una vez de este túnel, que nos la pongamos todos y volvamos poco a poco a retomar nuestra vida. Que todos (mayores y jóvenes) seamos conscientes de la necesidad la vacuna para salir a los bares y viajar, y por ello debemos respetar las restricciones aunque estemos cansados de ellas. Ánimo.

Rosa Martínez