DOS DE MAYO
LA calle Dos de Mayo es una tranquila callejuela del Albaicín. El suceso que conmemora, sin embargo, no fue nada tranquilo (el levantamiento de 1808 contra la ocupación napoleónica). Aún hoy nos referimos a un episodio especialmente ruidoso o conflictivo con la frase “se armó el dos de mayo”.
El dos de mayo se armó en Granada tras las elecciones locales de 2019, que no se celebraron el 2, sino el 26 de mayo de aquel año. En aquellas elecciones el PP consiguió 7 concejales y Cs, 4. Sin embargo la alcaldía fue para el candidato de Cs, Luis Salvador. Este se convirtió entonces en Nuestro Salvador y Sebastián Pérez, cabeza de lista del PP, en el solista de Os Resentidos.
Según Nuestro Salvador, se acordó que él sería alcalde durante 4 años. Según el PP (y Manuel Olivares, aún concejal de Cs), se acordó un reparto, a razón de 2 años para cada partido. ¿Cómo es posible semejante discrepancia?
Una explicación apunta a las competencias aritméticas de los intervinientes. J.S. Mill, defensor pionero del sufragio universal, temía sin embargo que los analfabetos fueran manipulados y exigió que quienes se inscribieran para votar copiaran una frase y resolvieran una regla de tres. Si adoptáramos semejantes exigencias para los electores, de los electos cabría esperar que distinguieran entre el 2 y el 4, pero quizá no sea el caso. Parece que Nuestro Salvador no anda bien de números, lo que explicaría que haya plantado muchos menos árboles que los que prometió.
La segunda posibilidad es que alguien intentara engañar a alguien. Nos sorprendería en personajes tan honorables como los mencionados, pero aún más nos sorprende que nadie adoptara las precauciones habituales en estos casos. ¿Por qué no se redactó y firmó el acuerdo? Quizá no había un notario a mano, pero caben soluciones de emergencia: si Rexach y Messi firmaron el fichaje del segundo por el Barça sobre una servilleta, ¿no podrían haber hecho algo parecido los representantes de PP y Cs?
Sea cual sea la explicación correcta, dudamos de que Nuestro Salvador o su rival sean los más indicados para defender los intereses de la ciudad en las complejas negociaciones con Inagra o Rober, que involucran cálculos más complejos que la suma de 2+2.
Parece que está a punto de armarse otra vez el dos de mayo. También podríamos decir “el cuatro de mayo”: algunos en Granada no verían la diferencia o harían como que no la ven.
Luis Salvador se convirtió entonces en Nuestro Salvador y Sebastián Pérez, en el solista de ‘Os Resentidos’