LA ZARABANDA, MÚSICAS PROHIBIDAS
EL origen de la zarabanda es oscuro. Posiblemente proceda de África, traída por los esclavos negros y con una gran acogida en América latina desde donde se difundió, con una importante presencia del ritmo y la percusión. En principio era un baile y cante, según las fuentes, muy deshonesto en gestos y palabras. Propio de burdeles y tabernas en donde el vino corría generoso y la chanza y las provocaciones picantes eran muy populares entre sus usuarios. Su prohibición se produce en 1585, dos años más tarde de lo que figura en diversas páginas de internet, según las recientes investigaciones de Álvaro Torrente (2020), “mandan los Señores Alcaldes de la Casa y Corte de su Majestad que ninguna persona sea osado de cantar ni decir por las calles ni casas ni en otra parte alguna el cantar que llaman de la zarabanda...”.
En el poema Desterrada de la Corte, Juan de Godoy (1603) personifica a la Zarabanda. En su linaje menciona: “De sangre de Etiopía descendiente… dejó los aguacates de su tierra...” refiriéndose a su origen indiano.
La zarabanda fue muy famosa en el Siglo de Oro, la mencionan: Cervantes, Lope de Vega y Góngora.
Pero la zarabanda va a realizar un viaje que la va a llevar de los prostíbulos a la corte y a las cimas más elevadas de la música culta. Para eso lo primero es cambiar de nombre, de zarabanda a sarabande. Por otra parte abandonará las letras soeces y se presentará como una danza instrumental donde la guitarra barroca y las castañuelas serán los instrumentos preferidos, sin desdeñar el clavecín o el laúd, formando parte de las danzas de la suite.
Se puede realizar este recorrido de la zarabanda en internet y en youtube, empezando con la famosa zarabanda de Gaspar Sanz, para buscar después la sarabande de J. S. Bach, o disfrutar de la grandiosa de Händel, que llegaría al cine como banda sonora en la película de Barry Lyndon del director Kubrick, y que ganó el Oscar a la mejor adaptación musical en 1975.
Compositores contemporáneos también se inspiraron en la sarabande, como Claudio Debussy, Erik Satie o Benjamin Briten.
La zarabanda se considera como uno de los antecedentes del flamenco. Autores como Norberto Torres, Antonio y David Hurtado, Antonio Manuel, o Miguel Ángel Berlanga, así lo indican. Faustino Núñez recuerda la importancia de su compás de amalgama de 6/8 y ¾ y menciona una malagueña antigua que grabó la Rubia de las Perlas en 1914 que se denominaba zarabanda, y que junto a jácaras, jaleos y fandangos, darán vida a la soleá.
Continúa presente en las tradiciones de santería de Latinoamérica y en las populares tamboradas y batucadas que tampoco se olvidan de ella, como el famoso grupo denominado Sarabanda de Uruguay.