El cachorro más buscado
● La pequeña Mª Trinidad ha perdido a su perrito y ofrece recompensa: una suculenta tableta de chocolate
La pequeña María Trinidad está muy triste. Desde que el pasado lunes se perdiera su perro en Lepe, un cachorro de pinche llamado Trapito que le regaló un compañero de clase hace dos meses por su cumpleaños, no puede parar de llorar. Su llamamiento desesperado para encontrarlo ha calado entre los seguidores del Facebook de la Policía Local de la localidad onubense, que ha difundido la nota manuscrita de la niña, en la que ofrece una suculenta recompensa por recuperar al animal: una tableta de chocolate.
Su abuela, Melva Ontaneda, cuenta que la pequeña estaba en el colegio cuando su madre se dispuso a salir de casa y el perro la siguió. “Iba detrás de ella y de pronto lo perdió de vista, así que movilizó a toda la familia para buscarlo” por los alrededores de la calle Pablo VI, en las inmediaciones del cementerio local.
La cría detalla en la nota de búsqueda que se trata de un cachorro de dos meses de la raza pinche, de color negro y con las patas y el hocico marrones. “No lleva collar. Si lo encuentra, llame por favor: 612 29 41 20”, un llamamiento que remata con la recompensa. “Una tableta de chocolate Milka. Búscalo por favor: lo quiero mucho”.
El tierno mensaje ha conmovido a las redes sociales, que se están volcando para encontrar a Trapito. Melva Ontaneda señala que “a mi nieta le gusta mucho el chocolate y para ella es un tesoro, piensa que así todo el mundo querrá encontrarlo”.
Pero no se aceptan estafas ni medias tintas. “Alguien llamó avisando de que lo había visto, pero ella le dejó claro que, aunque estaba agradecida, la recompensa sólo es para quien se lo traiga a casa, sólo por información no da el chocolate”, apunta entre risas.
María Trinidad, según su abuela, tiene “esperanzas de encontrar a su perrito, dice que lo tiene que encontrar aunque tenga que buscar debajo de las piedras”. La menor ya hizo lo propio con otra perrita que halló cerca de su casa. “La cogimos, la lavamos porque estaba muy sucia y le dimos de comer; después vino una mujer a buscarla que decía que era suya y llevaba varios días perdida”. La niña se la entregó sin rechistar, así que espera que ocurra lo mismo con Trapito.
Ontaneda apunta que “creemos que lo ha podido coger alguien porque es muy pequeñito y bonito”. El cachorro atiende por su nombre si se le llama y “se sienta si le dices que lo haga, es pequeño pero está muy bien educado”.