Un nuevo modelo de industria sostenible para afianzar el futuro
● Las administraciones públicas se meten de lleno en un proceso de cambio en el sector económico ● Se apuesta por las energías renovables en defensa del clima
Estamos inmersos en una profunda renovación que toca todos los elementos de nuestra vida. Desde la forma de trabajar, la gestión de nuestra salud, el ocio, el descanso y el turismo. La pandemia de coronavirus ha puesto sobre la mesa la necesidad de muchos de estos cambios y, a la vez, ha agilizado otros que ya estaban en marcha, pero a un ritmo demasiado lento. Es el caso de la lucha contra el cambio climático y la implicación que en el mismo tiene el desarrollo y la gestión industrial.
De la necesidad de acelerar el cambio de modelo energético y de todo lo que ello supone en cuanto a la gestión pública y la participación privada y del ciudadano de a pie, se ha hablado en un debate organizado por el Grupo Joly junto al Consorcio de la Zona Franca de Cádiz. Un debate telemático en el que han participado el delegado del Estado en la Zona Franca, Fran González; el alcalde de Cádiz José María González; la alcaldesa de Rubí (Barcelona), Ana María Martínez; y Carlos Montoya, jefe del departamento Solar del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía, IDAE. Melchor Mateo, redactor jefe de Diario de Cádiz, actuó como moderador.
En el coloquio todos los presentes coincidieron en la importancia vital de la transformación del modelo industrial directamente relacionado con el cambio energético, más sostenible, limpio, eficaz y barato. Un cambio en el que todos deben implicarse y trabajar de una forma coordinada y un cambio, también, esencial en la lucha contra el cambio climático.
Aunque a un ritmo no del todo deseado, este proceso se inició ya hace unos años. Ahora, los fondos europeos que se han aprobado para la recuperación de los socios de la UE tras la pandemia de coronavirus servirán de verdadera catapulta para acelerar esta transformación económica, hasta el punto que un elevado porcentaje del dinero que se maneja prioriza proyectos públicos y privados que van en este camino de la renovación.
Fran González constató que el modelo industrial hasta ahora vigente “está agotado desde el punto de vista energético”, creando además desigualdades tanto en el ámbito industrial como en el ciudadano.
Mencionó el caso de la Zona Franca de Cádiz, que ocupa medio millón de metros cuadrados en pleno término urbano de la capital gaditana lo que le obliga a un compromiso más intenso con la propia sociedad.
Por lo pronto tiene en marcha un proyecto que pone a disposición general 178.000 metros cuadrados de cubiertas en instalaciones industriales, en un proceso de apuesta por la energía eólica con la colaboración directa de Eléctrica de Cádiz, una sociedad con mayoría del Ayuntamiento.
Esta colaboración con el consistorio de la capital, plasmado en un reciente convenio, se extiende también a otras operaciones como el cambio en la gestión hidráulica, tanto en la adopción de medidas para evitar vertidos como en la mejora de las conducciones de servicios. Operaciones que se completan con la mejora de la movilidad en el tráfico de mercancías y la apuesta por los vehículos eléctricos.
El alcalde de Cádiz, José María González, valoró esta estrecha colaboración con el Consorcio y dejó claro que todo este cambio de modelo industrial debe beneficiar a los ciudadanos, como fin prioritario.
“Cuando hablamos de transición lo hacemos de un profundo cambio de paradigma social y económico. Hace treinta años muchos cuestionaban el cambio climático. Ahora, nadie con algo de cultura y de información lo pone en duda. Y nadie duda de que son las renovables parte de la mejor solución para salir del atolladero en el que estamos metidos. Podemos apostar por este proceso o dejar pasar el tren. Viendo la que se nos viene encima, yo quiero subirme a este tren”, dejó claro el alcalde.
Explicó los pasos que ya ha dado el Ayuntamiento de Cádiz, que hace poco se ha metido de lleno en este proceso, hasta el punto de que el propio alcalde es también concejal de Transición Energética.
Por lo pronto ya se ha rebajado un 14%, respecto a los datos de 2014, el consumo energético en las dependencias municipales. El Plan de Acción de Energía y Clima Sostenible prevé una reducción de las emisiones en un 40% en diez años. “Tras el tiempo perdido por la ciudad, estamos empezando a sacar adelante estos proyectos. Todo ello nos estimula, porque lo que no hagamos ahora en esta década lo lamentarán las próximas generaciones”.
En este sentido, al igual que el Consorcio, el Ayuntamiento de Cádiz busca la implicación de la ciudadanía. Por lo pronto, Eléctrica de Cádiz ya diseña, instala y legaliza los sistemas de autoconsumo en Cádiz y en otras ciudades, como comercializadora que es de este servicio. Junto a todo ello, se está formando a personas desempleadas para la realización de estos trabajos a la vez que se promueve lo que se denomina como Laboratorio de Emprendimiento Verde.
José María González valoró de forma muy positiva el trabajo que el Ayuntamiento realiza junto a la Zona Franca “que trabaja de una forma muy leal y efectiva en este desafío que supone crear un tejido de nuevas industrias sostenibles”.
Si Cádiz y la Zona Franca están dando los primeros pasos en este proceso de nuevo modelo económico, la localidad barcelonesa de Rubí ya lleva mucho trabajo adelantando. Al fin y al cabo ha sido una de las precursoras en España, pues desarrolla programas de apoyo a las energías renovables desde 2011.
Ana María Martínez, alcaldesa de esta localidad que cuenta con cerca de 80.000 habitantes y que en apenas 33 kilómetros cuadrados de superficie dispone de once parques de actividad económica, dejó claro que el camino que ellos emprendieron en su día “es el que deben seguir todos los municipios para garantizar la sostenibilidad de la industria y la economía”.
El carácter industrial de esta ciudad supone que el 40% de las emisiones y consumo energético se produce en este sector de la economía.
El plan iniciado hace ahora una década comenzó actuando sobre la propia administración municipal para extenderse al sector industrial, el comercio y el sector doméstico. A la vez se han planteado actuaciones en materia de promoción y sensibilización, transferencia tecnológica, rehabilitación energética, movilidad sostenible y autoconsumo.
En 2020 comenzó otro plan a diez años que, entre otras cuestiones, promueve la puesta en funcionamiento de autobuses compartidos por empresas, el comercio energético sostenible, la creación de una red de puntos para descarga de energía y la fiscalidad verde municipal. Se dispone de 80 puntos de suministro de energía que supone un ahorro medio del 7% en muchas empresas y hasta el 20% en otras.
Este ahorro, además, beneficia al propio equipamiento: como ejemplo mencionó un centro escolar. El 50% de lo ahorrado se destinó al propio servicio; el resto se destinó a mejoras en el propio colegio ajenas al consumo de energía.
En todo este proceso, la administración central tiene un papel esencial. Carlos Montoya, del Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico, asumió que “este es un reto de dimensiones colosales, tanto industrial como social que afecta no solo a España sino a nivel global”, destacando que la Unión Europea ya ha aprobado tres directivas relacionadas con la potenciación de la energía limpia, mientras que España ha elaborado el Marco Estratégico de Energía y Clima.
En todo este proceso calificó como “apasionante” el trabajo emprendido por la Zona Franca de Cádiz.
En la agenda nacional, el Gobierno se fija la meta de llegar a 2030 con el 75% del sistema de generación de energía en manos de las renovables, cuando ahora está en el 40%. Y en el 2050 alcanzar el 42% de la energía final renovable, duplicando el porcentaje actual.
“Son retos tremendamente ambiciosos pero los planes de lucha contra la pandemia destinan 70.000 millones de euros en recursos tanto para el entorno urbano como para el consumo industrial”.
Motores del proceso
Todos los participantes en el debate organizado por el Grupo Joly con la colaboración de la Zona Franca de Cádiz coincidieron en el papel de “punta de lanza” que deben de tener las administraciones a la hora de dar el impulso definitivo a este proceso.
Eso sí, José María González reconoció la lentitud de los procedimientos administrativos, valorando la rapidez de la iniciativa privada. La alcaldesa de Rubí indicó que las administraciones deben dar ejemplo y como tal mencionó como ya hay en su ciudad 15 comunidades de vecinos implicadas en las energías renovables.
Fran González manifestó que “las administraciones debemos liderar porque es una cuestión de compromiso ético porque el cambio de modelo es obligado”, destacando que este cambio es, en sí mismo, “una oportunidad. Avanzamos en un cambio de modelo, de gestión, pero también en la búsqueda de nuevas oportunidades. Debe ser un plan ambicioso para cambiar el modelo en la Bahía”, y más cuando persiste una crisis industrial que ahora toca de lleno al sector aeronáutico.