Las especies invasoras cuestan a los regantes hasta 70 euros por hectárea
● Los daños en la región ascienden a 72 millones de euros anuales ● Los tratamientos físicos preventivos se revelan como la mejor arma ● El proyecto fija unos protocolos por primera vez
El daño que las especies exóticas invasoras adosadas a canales de riego y tuberías suponen para los agricultores se ha cuantificado entre 40 y 70 euros por hectárea y en el conjunto de la comunidad autónoma se elevan a 72 millones de euros cada año entre sobrecostes energéticos, mano de obra, y tratamientos, por lo que para muchas comunidades de regantes se ha convertido ya en una de las partidas económica más relevantes a las que tienen que hacer frente.
Estas son algunas de las conclusiones del proyecto InvaRega, que ha analizado en profundidad el problema con importantes novedades, como el hecho de que por primera vez ha evaluado de forma integral, en laboratorio y en prueba de campo a escala real, la eficacia y eficiencia de diferentes tratamientos, tanto físicos como químicos, contra las especies invasoras más presentes en el regadío andaluz: mejillón cebra, almeja asiática y briozoos.
De sus conclusiones, además del coste económico que supone para las explotaciones de regadío, extraemos tres fundamentales: la formulación de un protocolo de actuación, la importancia de actuar de manera preventiva y la mayor efectividad de los tratamientos físicos.
Concretamente, el proyecto ha examinado la viabilidad de métodos químicos basados en cloración, bisulfito sódico, peróxidoperacético y ácido sulfuroso y tratamientos físicos basados en ultrasonidos, desecación y pinturas antifouling, estableciendo conclusiones relevantes sobre estos tratamientos y fijando un protocolo de actuación que representa un valor añadido sobre la práctica habitual que ya se desarrollaba en algunas comunidades de regantes.
Así, InvaRega ha comprobado que la almeja asiática es la especie más resistente y difícil de combatir, seguida por el mejillón cebra y, por último, los briozoos.
En relación con los diferentes tipos de tratamientos químicos probados, el proyecto InvaRega comprueba que la capacidad de la almeja asiática y el mejillón cebra para cerrar sus valvas en presencia de productos químicos tóxicos reduce la eficacia de muchos de estos tratamientos, a no ser que las concentraciones se mantengan a un nivel alto durante un periodo prolongado, lo que es difícil de conseguir en las instalaciones de las comunidades de regantes.
El peróxido-peracético es el tratamiento que se ha mostrado más eficaz con menor tiempo de exposición. El producto más económico es el hipoclorito sódico, seguido del ácido sulfuroso, el peróxido-peracético y, en último lugar, el bisulfito sódico.
En cuanto a los tratamientos físicos, el estudio afirma que la compaginación de desecación con la aplicación de pintura antifouling en zonas de hormigón y estructuras metálicas se ha demostrado eficaz, permitiendo la protección de forma económica y eficiente de las instalaciones frente al mejillón cebra y los briozoos. Señala que estos tratamientos preventivos se aplican de manera local en las instalaciones de riego evitando la proliferación masiva de las especies invasoras en estos puntos.
Pero además de la evaluación, validación y aplicación de los principales métodos físicos y químicos en el mercado para la prevención y control de especies invasoras que colonizan instalaciones de riego andaluzas, el proyecto ha realizado sobre todo la gran aportación de establecer un protocolo de actuación para la optimización de estos tratamientos, en particular para los tratamientos químicos basados hipoclorito sódico, peróxido-peracético, y ácido sulfuroso, pues el bisulfito sódico se mostró no viable económicamente.
Los responsables del informe también están satisfechos porque ha permitido la divulgación de todas sus conclusiones, tanto a la comunidad científica, como a las comunidades de regantes. “InvaRega ha representado un antes y un después en nuestro conocimiento sobre las especies invasoras”, afirma Pedro Parias, secretario general de Feragua, para quien “gracias a este proyecto se han aportado resultados y conclusiones fiables a las comunidades de regantes para ayudarles a afrontar este problema”.
El proyecto ha incluido un doble
proceso de experimentación, primero en laboratorio, y posteriormente en las instalaciones de riego. La fase de experimentación en laboratorio se desarrolló en las instalaciones de la Fundación Pública Centa, donde se conformó una planta piloto compuesta por cuatro acuarios para mejillón cebra, otros cuatro para almeja asiática y dieciséis para briozoos. “En esta fase experimental pudimos concluir que la almeja asiática era la especie más resistente, seguida por el mejillón cebra y os briozoos. Tanto la cloración, como la aplicación de peróxido-peracético, así como el bisulfito sódico lograron una mortandad del 100% de los individuos de mejillón cebra y briozoos, con enorme rapidez en el caso de los briozoos. Sin embargo, la eficacia disminuyó con la almeja asiática, que resistió a un mayor tiempo de exposición”, explica Khalid Fahd, investigador de la Fundación Pública Centa.
Luego, estos resultados fueron contrastados en un ensayo real y de campo, en varias comunidades de regantes de diferentes características, en lo que se refiere a las circunstancias químicas del agua, la temperatura, los tipos de instalaciones y la casuística de especies invasoras presentes.
Paralelamente a esta experimentación se desarrolló un estudio de viabilidad económica a fin de determinar la aplicabilidad real por parte de las comunidades de regantes.
“En esta fase pudimos comprobar que la aplicación de tratamientos químicos como la cloración y peróxidos peracéticos resultan viables antes las especies invasoras, siendo recomendable para lograr la mayor eficacia aplicar unos protocolos de actuación en las comunidades de regantes. Mientras que el bisulfito sódico ha resultado no ser viable económicamente, el ensayo de ácido sulfuroso en campo se ha mostrado como un tratamiento eficaz para las especies invasoras, siendo necesario continuar investigando para avanzar en su viabilidad económica y su aplicación en diferentes infraestructuras de regadío”, afirmó María Dolores de Toro, gerente de ceiA3, catedrática de la Universidad de Huelva y coordinadora técnica del proyecto a través de la Fundación Caja Rural del Sur.
“Se ha verificado -añade- que los tratamientos físicos son una solución preventiva y correctora muy eficaz frente a las especies invasoras y que el tratamiento de peróxido-peracético ha resultado ser el tratamiento químico más eficaz con menor tiempo de exposición, siendo el hipoclorito el ensayo más económico de aplicar”.
De Toro subraya que el proyecto InvaRega “es un ejemplo de proyecto de innovación que permite buscar soluciones técnicas e innovadoras para el regadío andaluz, mostrando tratamientos viables desde el punto de vista técnico, económico y medioambiental”. “Las expectativas puestas en InvaRega se han hecho realidad y ha permitido difundir sus resultados tanto a nivel científico-universitario a través de webinarios como a nivel informativo en el sector de la agricultura, acogiendo el interés de toda la comunidad internacional”, añade.
El estudio está financiado con fondos públicos de la Unión Europea y la Junta de Andalucía, y liderado por Feragua, la Fundación Pública Centa, la Fundación Caja Rural del Sur y el ceiA3.
Los datos del informe reflejan que el impacto de las especies invasoras a nivel mundial se estiman en un trillón de dólares al año. A nivel europeo, se elevan a 12 billones de euros anuales, aunque estas estimaciones, basadas en las pruebas de coste disponible, pueden ser con seguridad mucho más elevadas ya que un gran número de países no han iniciado la contabilidad de esos costes.
InvaRega ha probado los tratamientos tanto en laboratorios como en el campo a escala real