Regresa la alfombra roja
El paseíllo de celebridades fue corto pero recuperó el ‘glamour’ de antes de la pandemia Halle Berry, con un Dolce & Gabanna malva, y Carey Mulligan, con un dos piezas dorado de Valentino, fueron las mejor vestidas
La alfombra roja está de vuelta. Después de que la pandemia de coronavirus obligara a las entregas de premios a cancelarse o realizarse de manera virtual durante el último año, las estrellas de Hollywood han vuelto el domingo a lucirse en vivo en la alfombra roja más esperada de todas: la de los Oscar. Con menos celebridades y cámaras, y con estrictos protocolos por el covid-19, como pidió la Academia en el dress code de la gala, no se admitieron pijamas, ni chandal, ni zapatillas deportivas. Aunque fue la alfombra más vacía, también fue la más emotiva y la más glamourosa tras un año sin eventos de este tipo.
Halle Berry, Margot Robbie y Carey Mulligann, entre otras, fueron algunas de las mejor vestidas de la noche. Muy guapa con nuevo e impactante corte de pelo –un bob muy corto con f lequillo cortina– y en su primera aparición pública con su nuevo novio. De Dolce & Gabanna, el vestido de Halle Berry era de esos que no dejan indiferente a nadie; en color malva, con escote corazón y enorme lazo en la cintura, resaltaba su atractivo y le sentaba como un guante.
Fiel a Chanel, Margot Robbie triunfó una vez más con un elegante modelo metalizado con pequeñas f lores, un vestido joya hecho a mano para el que se necesitaron más de 200 horas de trabajo. Con complementos en negro, la actriz impactó con su nuevo look, con un f lequillo largo que le favorece muchísimo y con el que, en principio, costaba reconocerla.
De rojo pasión, Amanda Seyfried. Parecía salida de un cuento de hadas. Con un Armani Privé, la nominada a Mejor Actriz de Reparto no se llevó la estatuilla, pero sí acaparó todas las miradas con su espectacular vestido de tul con pronunciado escote en V y corte sirena.
De las pocas que eligió el negro en la gran noche del cine ha sido Laura Dern. La veterana actriz eligió un modelo de Oscar de la Renta con cuerpo negro, manga larga, cuello cisne, y falda de plumas blancas. Un ejemplo de que menos es más.
Tan correcta como acostumbra, Reese Witherspoon se convirtió en una de las más sobrias de la alfombra roja, con un elegante vestido de Dior. Un diseño de escote asimétrico, cinturón negro para marcar cintura y falda plisada en colores rojo y burdeos.
Laura Pausini era la estampa de la sobriedad. Con su enésimo Valentino negro, de escote barco y falda voluminosa, quizás no sorprendió, pero iba bellísima.
Carey Mulligan apostó por un Valentino Alta Costura. Partía como una de las favoritas a alzarse con el Oscar a Mejor Actriz, pero finalmente se lo arrebató Frances McDormand. En la alfombra roja lució impresionante con un dos piezas en color oro -a juego con la estatuilla- compuesto por un top estilo bandana y una voluminosa falda de lentejuelas de Valentino. Lo que sí se llevó es el premio a la mejor vestida de la velada.
Pero, en el otro extremo también hubo modelitos extravagantes y excesivamente llamativos. Zendaya, sin ir más lejos, despertó opiniones para todos los gustos. Lo que puso de manifiesto es que el dos piezas compuesto por top bandana y falda voluminosa es tendencia este año (también lo defendió muy dignamente fue Carey Mulligan). Eso sí, su atrevido Valentino amarillo no es apto para todos los públicos. Se trata de un diseño chiffon de seda en un tono amarillo flúor bautizado como force de beauté ( fuerza de la belleza). Para no pasar desapercibida, desde luego.
Aunque el complemento que más memes acaparó fueron los crocs dorados de Questlove. Y es que, después de un año en zapatillas de andar por casa, es difícil calzarse tacones o incluso zapato cerrado. Es lo que debió pensar el músico Questlove, que se plantó en la alfombra roja con un impecable traje negro y este calzado, eso sí, de color dorado para no perder el glamour. El zapato, que ha pasado de odiado a amado durante el último año, se corona.
Chloé Zhao se convirtió en la segunda mujer en ganar el Oscar a la Mejor Dirección, y no lo hizo con un vestido de princesa. La cineasta china paseó por la alfombra roja con un vestido beige de punto, sus habituales trenzas y unas deportivas blancas. Sin perder su personalidad, eso sí.