BAJADA DE IMPUESTOS A PESAR DE LA PANDEMIA
UNA de las principales críticas que se han dirigido al actual Gobierno andaluz –que se autodenominó “del cambio” de forma un tanto pretenciosa– fue que adolecía de un cierto seguidismo respecto a la etapa socialista. Al Gobierno PP-Cs se le achacaba que, pese a su ideología liberal-conservadora, practicaba una política abiertamente socialdemócrata, algo que se ratificaba tanto en los Presupuestos como en su reticencia a bajar los impuestos, tal como habían anunciando tantas veces cuando los populares aún estaban en la oposición. El argumento que solía esgrimir el Ejecutivo autonómico para justificar esta timidez en sus políticas era el escenario adverso al que se enfrentaba, primero económico y luego sanitario. Por eso ha sorprendido un tanto el acuerdo alcanzado por los tres partidos que sustentan en el Parlamento al Gobierno, PP, Cs y Vox, para una “bajada masiva de impuestos” –siguiendo la terminología del propio Gobierno– que supondrá un ahorro de 329 millones de euros a cuatro millones de personas. Este plan se realizará a través de las deducciones y reducciones fijadas en la tarifa autonómica del IRPF, el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados, el Impuesto sobre Patrimonio y la bonificación del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, en este caso para grupos que habían quedado fuera de la anterior reforma, es decir, los hermanos y sobrinos que reciban herencias. Entra dentro de lo absolutamente normal que partidos liberales en lo económico bajen los impuestos. La idea se suele justificar con que el mejor sitio donde puede estar el dinero es en el bolsillo de los ciudadanos, que así tendrán más capacidad de consumo e inversión, lo cual beneficia inevitablemente a la economía. En su contra se puede argumentar que esta bajada es especialmente temeraria en unos momentos en los que la pandemia está dejando maltrechas las arcas públicas. El tiempo dará o quitará la razón al Gobierno, pero lo cierto es que con esta medida el Ejecutivo cumple con uno de sus principales compromisos que adquirió con sus votantes, lo cual siempre es bueno en una democracia.
Con esta medida, los partidos que dan sustento al Gobierno andaluz cumplen uno de sus principales compromisos, a pesar del difícil escenario económico y sanitario