Espacios de opinión artística, supremos estados de emoción
dad y una amplia batería de actividades paralelas para profundizar en las temáticas que, en cada edición se propone, bien sujetos a postulados sabiamente estructurados. También se tenía la intención de aglutinar lo común y compartido de los planteamientos artísticos de otras instituciones ciudadanas y hacerlos corresponder con los propios de la Facultad. Asimismo, se quiso potenciar la programación expositiva interna, con buenas muestras, creadas en el propio seno de la Facultad y con otras propuestas externas seleccionadas mediante convocatoria pública. En definitiva, un cúmulo de pequeñas aportaciones que creaban un todo lleno de calidad, proyección y mucho sentido. La Facultad de Bellas Artes ha tenido siempre un especial dinamismo y, en los últimos años, el apasionamiento y el entusiasmo han alcanzado cotas de verdadera trascendencia.
El año pasado, con todo preparado, la pandemia complicó muchas iniciativas, pero no apagó las ilusionantes proposiciones, ya, comprometidas y las agendas pudieron reprogramarse y celebrarse finalmente el programa expositivo en su totalidad. No obstante, la Facultad de Bellas Artes, que es un mágico cajón de sastre, donde una serie de locos maravillosos se desviven por crear iniciativas, por potenciar esquemas para el beneficio de los alumnos, por motivar la creación… Y por abrir el espectro artístico a un nivel de máximos para que los complejos vaivenes del arte estén claros para los estudiantes, de cara a su futuro profesional, ideó nuevos formatos que vinieron para quedarse.
De esta manera, sin que los efectos perjudiciales que concurren con el terrible virus y aunque exista un engranaje académico muy limitado, con presencias y ausencias que dejan en suspenso mucho del habitual transcurrir académico, la convocatoria de FACBA 21 del presente curso, bajo el lema Mutatis mutandi, se ha llevado a cabo con el entusiasmo y la pasión habituales y, de nuevo, un programa de expectante ilusión se ha hecho presente por todo el ámbito ciudadano, con exposiciones, cursos, seminarios, encuentros entre investigadores y creadores, ediciones, especiales proyectos y demás asuntos artísticos habituales hasta conformar uno de los programas más importantes del panorama nacional.
Proyecto amplio, distinto, integrador y lleno de trascendencia para que el arte y sus circunstancias traspasen a los ámbitos universitarios y calen en una comunidad ciudadana y académica que va a encontrar en ellos muchas de las experiencias que acontecen en los vastos territorios de la profesión artística.
Para la Sala de la Capilla del Hospital Real, la sevillana Gloria Martín Montaño, una de las de
mayor clarividencia artística de este arte andaluz en absoluta proyección, ha ideado Propuesta para una colección temporal, en el que los entresijos más íntimos de la oferta artística se han hecho presentes. Ella que, desde siempre, ha tenido un especialísimo interés por la obra en su espacio expositivo, por los aspectos museísticos del arte y por la propia esencia del continente donde se alberga la realidad material de la pieza artística, ha expuesto algunos de sus trabajos con el concepto metaartístico que ha caracterizado su obra; juntos a ellos, también, se presentan piezas pertenecientes a las colecciones de la UGR, así como, los trabajos de una serie de jóvenes que han participado en un taller dirigido por ella y que ha tenido como puntos de reflexión las ideas sobre colección, taller, exposición, museo, copia, almacén… Conceptos que intervienen en ese espacio inti