Vuelta al tajo reivindicativo
● Los trabajadores toman las calles en la marcha del Primero de Mayo
Cuando hay una manifestación, cualquiera, se suele aludir al tópico de “tomar la calle”, una expresión sonora y con garra que ayer tomó forma más que nunca en la lucha por los derechos de los trabajadores con la tradicional marcha del 1º de Mayo, Día Internacional del Trabajo, en la que los sindicatos de clase reclamaron al Gobierno que cumpla con los acuerdos laborales y se esfuerce en un momento tan complejo como el actual. Miles de personas, 5.000 granadinos según las organizaciones convocantes de CCOO y UGT, salieron al mediodía de ayer a inundar de rojo las calles céntricas de la capital para llamar la atención sobre la lucha laboral. Asimismo, en la capital costera de Motril también se reprodujeron las escenas clásicas de cada uno de mayo, excepto en 2020 cuando la lucha laboral se encontraba confinada como el resto del mundo debido a la pandemia del Covid.
Sin embargo, dos años después las organizaciones sindicales y los trabajadores retomaron su ‘diálogo social’ concentrándose en las calles y devolviendo el trabajo a la centralidad del debate político. El sol se alió con los sindicatos de clase en la principal movilización en Granada por el Día Internacional de los Trabajadores, convocada por CCOO y UGT. Miles de personas pasearon por el centro con símbolos, pancartas y proclamas en una manifestación que partió desde los Jardines del Triunfo para llegar hasta Puerta Real con lemas a favor de subir el SMI (Salario Mí
nimo Interprofesional), derogar la reforma laboral, defender las pensiones y la lucha contra la precariedad. Para variar, se pudo ver un horizonte lleno de banderines y personas con mascarillas rojas guardando las distancias de seguridad que marca el protocolo al que ya está acostumbrado todo el mundo después de un año de pandemia.
Con protagonismo de sectores como el bancario, por la noticia de despidos en entidades financieras, o el sanitario (que continúa luchando de la mejor forma para atajar la pandemia), la concentración sindical del Primero de Mayo transcurrió sin incidencias y en un tono festivo debido a la jornada de buen tiempo. Eso sí, casi cualquier sector (hostelería, limpieza, transporte empleo público, privado, autónomos, comunicación...) tiene un buen puñado de razones para salir a la calle siempre y más en un tiempo como el actual.
Una manifestación que se produce días después de que la Encuesta de Población Activa (EPA) siga señalando a Granada entre las diez provincias españolas con las peores tasas de paro y sin que el mercado laboral muestre signos de poder revertir el duro golpe del Covid con la cifra de desempleados superando la barrera de los 100.000.
De hecho, en Granada se han destruido más de 20.000 empleos desde que irrumpió el coronavirus en una provincia cuya economía lleva años en el vagón de cola de España. Esto hace que manifestaciones como la de este 1º de Mayo tengan un simbolismo doble: primero porque el año pasado no se celebró esta marcha debido a las restricciones del coronavirus en la etapa de confinamiento más duro y segundo, ante la acuciante situación de la economía granadina.
No fue la única acción reivindicativa de la jornada de este sábado, sino que a su manera Vox también quiso llamar la atención con una contramanifestación sindical en el Polígono de Florío, intentando hacer un ‘escrache’ muy singular al igual que hicieron hace dos años con los coches por Camino Ronda, mientras que otras organizaciones sindicales como CGT, Ustea y el SAT también llamaron la situación sobre la lucha laboral con una concentración en la Caleta de Granada capital. Diferentes maneras de abordar la cuestión de la lucha laboral, que, con mascarilla, pero vuelve a estar en la calle.