Las acusaciones culpan también a la veterinaria del brote de Magrudis
Las acusaciones particulares que ejercen Facua y los letrados de las familias de los cuatro fallecidos y de los más de 200 lesionados por el brote de listeriosis de Magrudis se han opuesto a la petición de la Fiscalía de Sevilla de archivar la causa con la inspectora veterinaria municipal, María José O. B., al considerar que la funcionaria pudo haber evitado el brote, pero en cambio actuó “manipulando presuntamente de forma dolosa y con mala fe” los datos de las actas de inspección que se realizó a la empresa para “dilatar en el tiempo las inspecciones” con la finalidad de “aliviar de forma artificiosa la carga de trabajo”. Todo ello, debido a la falta de personal del Ayuntamiento para llevar a cabo las labores de inspección y control y por “dejadez” de la propia inspectora, en un “evidente desprecio a su labor como porfesional”.
En un escrito presentado en el juzgado de Instrucción número 10 de Sevilla, las acusaciones muestran su “frontal rechazo” a la petición de archivo de la Fiscalía contra cinco investigados -la inspectora veterinaria del Ayuntamiento, el comercial de Magrudis Federico Rodríguez, el asesor financiero de Magrudis y los administradores de Comercial León, que distribuyeron parte de los productos de Magrudis-, si bien de momento se han centrado en la conducta desarrollada por la inspectora.
La conducta de la inspectora veterinaria, según estas acusaciones, “favoreció la comisión del delito, ya que es altamente probable que el cumplimiento de las obligaciones indicadas de inspección y control hubieran impedido el desarrollo de la actividad por parte de Magrudis, o al menos con total seguridad el desarrollo de la misma con las graves deficiencias detectadas en la presente instrucción”.