“Lo que vivimos en los últimos meses fue una auténtica revolución”
Francisco Ortega es coordinador de la UGC de Respiratorio y Cirugía Torácica del Hospital Virgen del Rocío
LA crisis sanitaria provocada por el coronavirus lleva golpeando la vida de las personas más de un año. La comunidad andaluza, gracias a la labor de los sanitarias y la vacunación masiva, comienza a ver la luz al final de un túnel que se ha hecho más largo de lo esperado. Aunque la realidad invita a ser optimistas, las personas deben recordar los momentos más duros vividos para no cometer errores futuros que nos hagan retroceder los pasos que con tanto esfuerzo hemos dado. Para ello, este diario ha contado con el testimonio de Francisco Ortega, coordinador de la UGC de Respiratorio y Cirugía Torácica del Virgen del Rocío.
Todo comenzó aquel marzo que jamás olvidaremos. Tras él, Francisco Ortega recuerda que “fue toda una revolución lo que vivimos en el mundo sanitario”. La pandemia ocupa ya más de un año en nuestras vidas y, aunque asimilada, Ortega aún puede sentir la “incertidumbre y preocupación con la que se comenzó a vivir una situación inesperada y desesperada”. Además, una de las cuestiones que anímicamente más golpeaba a los profesionales era la constante subida de contagios tras una leve mejoría. Una calma que precedía a la tempestad, “teníamos que volver a dar respuesta, sin apenas tiempo, ni aliento”. El coordinador de la UGC de Respiratorio y Cirugía Torácica del Virgen del Rocío afirma que, en esas semanas de respiro, tanto él como sus compañeros las utilizaban para “ponerse al día con todo lo atrasado”.
Sin lugar a dudas, Francisco Ortega echa la mirada atrás a una primera ola que fue la más devastadora, “el personal estaba muy cansado porque vivíamos en un estrés constante. Además, debíamos atender a pacientes con Covid-19 y a los demás con otro tipo de patologías a los que no se les podía demorar la asistencia”. Una de las soluciones que más ayudo para seguir al frente de la batalla fue la telemedicina, un aspecto que hizo que se pudiera “conllevar las patologías habituales con el coronavirus”. Por ello, el doctor afirma que, aunque la epidemia parece estar controlada y los datos van día a día a mejor, las personas deben seguir viendo “el lado positivo de los nuevos modelos asistenciales como pueden ser las consultas telefónicas”. Está claro que esta crisis sanitaria ha hecho que lo establecido quede en entredicho. Por tanto, para los sanitarios es fundamental que se establezcan nuevas directrices de actuación para posibles futuras problemáticas. En definitiva, de grandes problemas como el vivido en este último año, salen grandes oportunidades que deben aprovecharse.
En relación a si se pudo haber hecho más en los momentos más crueles de la pandemia, Ortega cree que los profesionales dieron todo lo que estuvo en su mano. Ahora bien, lamenta el momento en el que el Gobierno “relajó las medidas preventivas y la insuficiente i ntensidad de l os rastreos”, unos rastreos que habría ser vido aún más para erradicar unos contagios que por aquel entonces se contaban por miles diariamente. Aun así, en la segunda ola consiguieron mejorar los patrones de actuación y se llevó a cabo el “aumento de la realización de test diagnósticos y la mejora de la atención a los pacientes enfermos, descartando fármacos poco eficaces y emprendiendo nuevas líneas de investigación a través de múltiples ensayos que estaban en marcha”.
Por último, afirmó que una de las cuestiones que más ayudó en la batalla contra el coronavirus fue esa “dedicación multidisciplinar a esta nueva enfermedad a través de la puesta en funcionamiento de una unidad de seguimiento de pacientes que han superado el Covid19 y que pueden desarrollar algunas complicaciones”. Francisco Ortega es la voz de miles de sanitarios que llevan más de un año enfrentánodse a un virus que, en sus inicios, era desconocido, un desconocimiento al que se enfrentaron con mucho miedo pero con la valentía que nos acabará sacando de esto.
Telemedicina Esta herramienta sanitaria fue clave para hacer frente a los periodos de alta frecuentación
“Ha sido una auténtica revolución lo vivido en estos meses. Al principio, el personal estaba muy cansado por el estrés constante de la primera ola. Fue un error relajar las medidas preventivas y la intensidad de los rastreos fue insuficiente. Se consiguió mejorar la atención a los pacientes descartando fármacos poco eficaces y con nuevas líneas de investigación”.